Capítulo 23 | Malas decisiones
ALEX
No puedo evitar que me parezca extraño estar cenando con Arthur y su hijo.
Cuando mamá fue a mi habitación, brincando de gusto con la noticia de que su novio y su hijo vendrían a la casa para cenar en familia y que yo tendría que hacerme cargo del menú, pensé que era parte de una broma.
En todos sus años de relación con Arthur, él jamás se había interesado en hacer este tipo de cosas, prefería solo mantener contacto con mamá y hablarme cuando fuera estrictamente necesario.
Pero ahora, me encontraba en la misma mesa que él, a un lado de un niño de menos de diez años que me hacia demasiadas preguntas.
— ¿A ti te gusta jugar fútbol? —me cuestiona con la boca llena de pasta, de manera que apenas entiendo lo que dice.
— No, en realidad no soy bueno en ningún deporte —le respondo con una leve risa, pero él me mira con el ceño fruncido—. Bueno, tal vez un poco en natación.
— ¿Entonces qué haces para divertirte?
— Alexander no hace nada divertido, Dylan —le responde mi madre sin dejar de enredar la pasta en su tenedor—. Solo se la pasa en su habitación perdiendo el tiempo.
— Me gusta el arte —le respondo, ignorando a mamá—. Pintar, dibujar, también me gusta la música, sé tocar el piano y la guitarra.
— Eso suena divertido —responde con un gesto pensativo—. A mí también me gusta dibujar, ¡podríamos dibujar algo después de cenar!
Asiento no muy entusiasmado, nunca he tenido mucha afinidad con los niños, así que, no sé como relacionarme con él sin perder los nervios.
La cena continua con comentarios de Margot sobre lo feliz que esta porque al fin comencemos a ser una familia, Arthur se limita a asentir y responder con monosílabos, mientras yo mantengo mi atención en los cuestionamientos de Dylan.
Es un niño que habla demasiado rápido, y por lo que parece, es muy energético y curioso.
Cuando terminamos de cenar, me pregunta donde esta mi habitación para ir hacia allí y comenzar a dibujar como lo habíamos acordado.
— Tu habitación es muy aburrida —me dice mientras mira a su alrededor.
— En realidad no paso mucho tiempo aquí, la mayoría de mis cosas están en la universidad.
— ¿Vives en la escuela? —me pregunta realmente sorprendido.
— Algo así.
— ¿Es como un castigo? A mí no me gusta ir a la escuela, mucho menos me gustaría dormir allí.
Suelto una risa y busco en el armario algunas cosas para dibujar, encuentro hojas y colores que serán suficientes para Dylan.
— Es más divertido de lo que crees.
— Lo dudo —responde mientras toma una de las hojas para comenzar a dibujar.
No le digo nada más e imito su acción, comienzo, haciendo un dibujo sencillo de Saturno pero conforme avanzo, le agrego más y más detalles.
— Dibujas mejor que yo —me dice Dylan dejando su hoja a un lado.
— Es porque tengo más práctica.
— ¿Podrías dibujarme un dragón? —me pide, entregándome una hoja en blanco—. Es mi animal favorito.
Me abstengo a responderle que en realidad no es un animal como tal, sino una criatura mítica y tomo la hoja para dibujar lo que me pide. Comienzo haciendo algunos trazos con su mirada atenta en todos mis movimientos.
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Eres Luz de Estrellas
RomanceCuando Alex termina su relación de más de dos años con Vanessa y ella inicia una nueva relación con Gibran, uno de sus amigos, Alex siente por primera vez lo que es tener el corazón destrozado. La mejor de sus opciones al tener el mismo círculo de...