Eres Luz de Estrellas

Capítulo 11 | Intentos fallidos

Capítulo 11 | Intentos fallidos

EVE

No quiero entrar a la casa.

En todo el camino no he podido dejar de pensar en la llamada con mamá.

Mi mente ya ha creado múltiples escenarios catastróficos que me han provocado un vacío en el estómago como cuando estás en lo más alto de una montaña rusa y caes de golpe a gran velocidad.

Pero no puedo retrasarlo más.

Tomo el control remoto del portón y dejo que se abran las puertas para poder ingresar con mi auto, lo estaciono a un lado de la camioneta del abuelo y salgo para dirigirme hacia la puerta de la casa.

En cuanto me adentro por el pasillo principal y camino hacia la sala, todo parece ser normal.

No hay ningún rastro de mi familia. Solo me encuentro con Matt sentado en uno de los sofás, tecleando rápidamente con la mirada fija en la pantalla de su laptop.

Matthew es como el asistente personal de mi abuelo, aunque también es su rival de ajedrez y sobre todo gran amigo, tanto que hasta le propuso vivir con nosotros. Debido a que la casa está más cerca del hospital en el que se encuentra su madre, mi abuelo le sugirió quedarse en una de las habitaciones disponibles para facilitarle las visitas al hospital en el menor tiempo posible, Matt se negó como si fuera el mayor de los abusos, pero mi abuelo lo obligo a acceder, así que, vive con nosotros desde hace pocos meses.

Así también podría ahorrar el dinero del alquiler de un departamento.

— Hola —lo saludo atrayendo su mirada.

— Hola. Tu familia llegó, aunque tu padre y Hayden salieron desde hace rato.

— ¿Y mi abuelo?

Se levanta hacia mí para responderme sin que nadie más escuche.

— Está en el despacho con tu madre, creo que tienen una conversación de negocios. Ella me pidió que nadie los interrumpiera, esta de peor humor que de costumbre.

Matt ha visto a mi mamá más veces que yo en lo que va del año, suele acompañar a mi abuelo a Nueva York cuando se realizan juntas importantes y trascendentales para el negocio familiar y gracias a esas ocasiones, ha conocido el humor de mi madre en todo su esplendor.

Matt no le agrada.

Pero no era una sorpresa, a mamá no le agrada nadie.

Gracias a mi abuelo, me entere de lo que ella pensaba acerca de su asistente, le había reprochado por contratar a alguien sin los conocimientos suficientes.

Matthew era completamente capaz, había decidido dejar la universidad cuando falleció su padre para poder ayudar a su mamá con los gastos del hogar y cuando conoció a mi abuelo, hace dos años, logro convencerlo de contratarlo a él, en lugar de a los otros aspirantes al empleo.

Y desde entonces, día tras día, le demostraba que había tomado la decisión correcta.

— Vale —asiento dispuesta a irme a mi habitación—, tengo que alistarme, ¿sabes porque están aquí?

Matt me mira en silencio durante más tiempo del necesario antes de negar.

— No, ni siquiera Ben sabía que vendrían, llegaron de sorpresa.

Su respuesta no hace más que incrementar mi angustia, la incertidumbre me provoca terribles pensamientos de las múltiples razones sobre su visita repentina.