Eres Luz de Estrellas

Capítulo 26 | Besos y lectura

Capítulo 26 | Besos y lectura

EVE

Me levanto de la cama aunque me gustaría quedarme aquí, Alex sigue profundamente dormido, el cabello le ha crecido en estas semanas y por la posición en la que está acostado, le cubre gran parte de los ojos.

Decido apartárselo con cuidado de no despertarlo, aunque al parecer tiene el sueño pesado porque no se inmuta cuando mis dedos rozan su rostro.

Voy hacia el cuarto del closet y me cambio el pijama por ropa deportiva. Llevo meses siguiendo la misma rutina y no quiero fallar ni un solo día. Salgo de mi habitación y voy hacia el gimnasio que Matt me ayudo a acondicionar.

Me paso la siguiente hora haciendo ejercicio, agradezco que no esté presente para así saltarme la rutina de ejercicios centrados en las piernas, en su presencia, no me deja salir del gimnasio hasta que termino cada ejercicio.

Cuando acabo, vuelvo hacia mi habitación para darme una ducha, Alex sigue demasiado dormido, sonrió y voy hacia el baño, tiene una puerta conectada al closet así que no tengo que arriesgarme a salir con solo una bata y que Alex me vea.

Salgo del cuarto con ropa limpia y lo veo seguir durmiendo plácidamente, prefiero no molestarlo, ni siquiera sé a qué hora nos dormimos y supongo que aún está cansado.

Bajo a la cocina, la casa está en completo silencio, cuando mi abuelo no está, el horario laboral de Sophia y Mary es diferente, así que, aún faltan algunas horas para que lleguen.

Tomo una botella de agua del refrigerador y me siento en un taburete mientras veo algunas publicaciones de Instagram para pasar el tiempo.

Escucho unos pasos venir hacia la cocina y levanto la vista encontrándome con Alex.

— Hola, Bello Durmiente.

— Me quede demasiado dormido —responde con una leve risa—, ¿por qué no me despertaste?

— ¿Querías que te diera un beso de amor verdadero? —le pregunto divertida—. Qué lástima, será en otra ocasión.

— Lo estaré esperando.

Sonrió.

— ¿Quieres desayunar? —le pregunto, cambiando de tema—. Podemos pedir algo.

— O puedo preparar algo yo —me propone.

— Bueno, intentare ser tu ayudante.

Para evitar desastres, Alex prefiere hacer hot cakes. Mientras a él le salen con una forma perfecta al voltearlos, cuando yo lo intento, tienen formas abstractas que lo hacen sonreírme con diversión. Desayunamos entre pláticas y risas, Alex tiene demasiadas cosas que decir a pesar de que suele ser muy callado cuando hay muchas personas.

Me dedico a escucharlo más que a hablar, de vez en cuando le doy algún comentario, pero me gusta saber sobre lo que le apasiona.

Me cuenta la historia de cómo adquirió su primera guitarra y lo importante que fue para él la señora Eleanor, también me dice cómo ella le enseño a hacer varios postres y que la ausencia de su mamá por el trabajo lo hizo tener que aprender a cocinar más de una receta. También me dice cómo aprendió a tocar el piano y que le gustaría comprar un ukelele.

Cuando terminamos de desayunar, me ayuda a lavar los platos mientras escuchamos algunas de sus canciones favoritas.

— ¿Tienes planes? —le pregunto dejando uno de los vasos en su lugar.