Teenage Dream || El Mariana

3. Ascensor

Después de un mes, el tiempo estimado dónde creía que la insistencia de Osvaldo desaparecería, no fue así.

Aunque miento, creí que sería unas dos semanas.

Porque hablando enserio, ¿Alguien se fijaría en mi?

A los hombres ahora último lo único que les importa es como se ve una mujer, odiaba eso, siempre me había pasado. Chicos solo me hablaban por cierto interés y ahora que uno me tomaba enserio no sabía si creerle.

El timbre de mi departamento suena.

Unos meses después de que mi madre se casará me fui a vivir sola, no me molestaba.

Desde pequeña siempre aprendí a estar sola, por eso siempre consideraba el hecho de haber madurado rápido.

Aunque era muy jóven...

Abro la puerta encontrándome con Osvaldo.

Él está con una sonrisa y trae una caja en sus manos.

—Te compré una camisa que ví en una tienda, espero que te guste, me recordó a ti — menciona y le sonrió.

—Gracias y hola — me elevó en las puntas de mis pies para darle un beso en la mejilla — Entra.

Tomó la caja y él ingresa cerrando la puerta.

Me acerco al comedor y pongo la caja sobre la mesa y la abro, encontrándome con una camisa negra.

La saco y cuando se estira completamente deja ver varias fotos de Taylor Swift y en medio su nombre.

Él sabía cuándo amaba Taylor Swift.

—Me encanta, muchas gracias — comento.

Me acerco a él y lo abrazo.

—Esta increíble, Osvaldo, gracias.

—No hay problema, me alegra que te gustará.

Dejo la caja en la mesa y me acercó a él.

—Siempre me das algo y yo, solo te invite unas papas la otra vez — él ríe ante mi comentario.

—Pero fueron las mejores papas que he comido.

Niego con una sonrisa.

—Tampoco tienes que mentir por convivir.

Osvaldo ríe.

—No es mentira.

—Sabes que, mejor ya vámonos — tomo mi abrigo que está en el sofá — Oye, ¿Ya empezo a llover?

—Estaba medio brizando — contesta el de lentes.

Este se acerca a la ventana de mi departamento.

—Mejor lleva una sombrilla, parece que ya está lloviendo fuerte — menciona.

Me coloco mi gorro y voy por una sombrilla.

Rato más tarde ambos salimos del departamento.

[...]

Estamos afuera de un edificio y el miedo me invade al saber lo que me tocaba ahora...

Un nudo se forma en mi estómago y Osvaldo presiona el botón para que ascensor bajará.

¿Era un buen momento para decirle que tenía claustrofobia?

El ascensor llega más rápido de lo esperado sin darme un segundo de mencionar cualquier palabra.

El chico ingresa y me quedo parada del otro lado con el corazón latiendome a mil por hora.