2. Madura

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Aquí estaba, en una "Cita" con Mariana.

Después de dos semanas desde la primera vez que nos vimos y también después de varias conversaciones, nos juntamos.

—¿También eres un adicto al café? — pregunto y él asiente.

—Mi único vicio.

—El mío igual, ¿Algo que te guste, pero a los demás no? — pregunto antes de llevar una papa a mi boca.

—La pizza con piña.

Me sorprendo.

—Me estás dando miedo, Mariana — lo señaló.

Este se ríe.

—¿Por qué? — cuestiona.

—A mi también me gusta la pizza con piña — menciono y él me mira con sorpresa.

—Andamos conectados — sonrió — Olivia, ¿Puedo decirte Oli o Liv o Livi?

—Como gustes, no tengo problema.

Tomó la hamburguesa y le doy un mordisco.

—Entonces tu dime Osvaldo, no me llames Mariana, eso es más como para el público — asiento.

—Esta bien.








[...]









—A veces prefiero no opinar sobre ciertos temas porque ya sabes cómo es la gente en el internet, entonces mejor me ahorro mi opinion — comento.

Ya habíamos salidos de aquel lugar de hamburguesas, ahora estábamos recorriendo un poco la plaza donde estabamos.

—Para tener dieciocho eres muy madura para tu edad — menciona el de lentes.

—Gracias — agradezco dándole una sonrisa.

Ya estaba anocheciendo, tenía que irme pronto para prender o llegaría tarde y tenía que inventar una excusa.

—Me divertí mucho, Osvaldo — musito — Eres muy gracioso y muy bueno escuchando.

—Tu igual, supongo que ahora nos conocemos mucho más.

—Si, eso creo.

Detemos la caminata.

—Me tengo que ir — anuncio.

—¿Por qué?

—Prendo a las ocho y tengo una hora exacta para llegar, cambiarme y preparar todo — explico.

—¿Quiere que te lleve a tu casa? — pregunta.

—No, no quiero causarte más retraso, de seguro tienes cosas que hacer, yo...

—No, no, es lo mínimo que puedo hacer por ti, Livi, por favor acepta.

Me muestra una linda sonrisa y no puedo negarme aunque quisiese.

—Esta bien.

—Si, excelente — celebra el chico y rio — Señorita...

Osvaldo extiende su brazo hacia mi y lo tomo.








[...]








—Gracias por traerme — menciono tomando mi bolso.

—Gracias a ti por salir conmigo, espero que sea la primera de muchas.

—Espero lo mismo — musito y él sonrie de oreja a oreja — Avísame a lo que llegues a tu casa, por favor.

—Claro que si, que te vaya bien en tu directo, linda.

Siento mi cara arde ante su comentario.

—Espero que a ti igual.

Me acerco a él y me despido con un beso en la mejilla.

Salgo del auto y me despido por última vez en la puerta de mi casa ya que él estaba esperando que ingresará antes de irse.

—¿Cómo te fue?

Me giró asustada al escuchar una voz en mi departamento.

—¡Alex!, ¿Qué haces aqui? — pregunto mientras me saco mis zapatos.

—Soy tu mejor amigo, tengo llaves de emergencia — aclara sacándolas de su bolsillo.

—Te las quitaré si vuelves asustarme de esa forma — anuncio.

—No seas grosera.

Ruedo los ojos y camino hacía mi habitación.

—¿Qué haces aquí? — vuelvo a preguntar.

—Vine para saber el chisme completo, ¿Cómo les fue?

—Muy bien, Osvaldo es gracioso y lindo, lo tiene todo — musito mientras saco mi pijama de mi cajonera.

—Pero es mayor — aclara mi mejor amigo.

—¿Y?

—¿Cómo que "¿Y?"?, eso puede ser un gran problema, Oli, están en diferentes etapas.

—¿No deberías de estar feliz por mi?, la edad solo es un número, Alex, Osvaldo es un buen chico.

Tomó mi ropa e ingreso al baño de mi cuarto, Alex se queda afuera y cierro la puerta.

—Olivia, soy tu mejor amigo, y Osvaldo es mi amigo y todo, pero hay cosas... que no se — menciona el chico.

Me terminó de colocar la camisa larga y salgo.

—¿A qué te refieres con que hay cosas? — cuestiono.

—Yo también soy hombre, Olivia, te lo digo por algo.

Me siento frente a mi tocador y observo al pelilargo por unos segundos.

—Alex, tranquilo, hoy solo tuvimos una salida.

—Fue una cita — me corrige.

—Bien, fue una cita, pero hablemos en serio, ¿Tu crees que ese chico se fije en mi teniendo chicas mucho mejores detrás de él? — cuestiono y Alex no dice nada — Claro que no, soy un cero a la izquierda comparada con ellas.

—No digas eso, Olí — murmura el chico sentandose en mi cama — Eres una chica muy linda, eres jóven y aún tienes toda una vida por delante.

—Lo sé, por eso intento vivir al máximo, ya sabes por el sueño adolecente, pero tranquilo, Alex, Osvaldo nunca se fijaría en mi, creelo.

Que ingenua...

Teenage Dream || El MarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora