50. Fine line

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We'll be a fine line

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We'll be a fine line...
   We'll be alright...

Kaia POV

Ambos reímos divertidos cuando Charles canta a todo pulmón las canciones de Taylor Swift, habíamos decidido pasar un día en yate con el fin de poder pasar tiempo juntos y divertirnos.

Era increíble como a pesar de volver a pasar tiempo juntos, ninguno había intentado algo más, solo dejábamos que las cosas fluyeran como debían hacerlo y se sentía tan correcto todo. A pesar de ello, en ocasiones me preguntaba cómo sería volver a besar sus labios.

— ¿En qué piensas tanto? — Charles aparece a mi lado tendiéndome una botella de agua para sentarse junto a mi.

— En todo y a la vez en nada.

— Eso es muy profundo. — me molesta divertido Charles provocando que empuje su hombro con el mío riendo. — ¿Por qué haces eso? Tú dices esas cosas y es imposible no molestarte.

— Si claro. — rodeo los ojos divertida para fijar mi vista en el mar. — Esto es tan hermoso.

— Lo es...

— Me gustaría traerla aquí. — susurro para mí pero sé que Charles me ha escuchado cuando noto que me mira atento. — Es solo alguien especial.

— ¿Quieres hablarme de ella? — pregunta con una sonrisa logrando que lo mire de reojo, Maya era un tema del cual me encantaba hablar pero solo con personas especiales y hacerlo, implicaría muchas cosas. — Si no quieres, no debes hacerlo.

¿Quería a Charles nuevamente en mi vida?

— Se llama Maya. — susurró evitando su mirada para fijarme en el mar, me sentía nerviosa por esto pero la verdad es que, no podía negar que lo quería devuelta y para eso , tengo que involucrarlo en mi vida. — Es una pequeña de 6 años, es rubia y tiene los ojos café, ella vive en un orfanato...

— Es tan pequeña...

— Lo es, fue abandonada desde que nació. — mencionó con una sonrisa triste cuando noto que él toma mi mano como señal de apoyo. — Ha vivido todo lo que lleva de vida ahí.

— Por eso eres como la cenicienta. — murmura mirándome divertido provocando que lo mire confundida. — Cuando llega cierta hora debes irte.

— Es que tengo que ir a visitarla. — susurró para tomar agua a medida que él asiente entendiendo la situación. — Siempre la voy a ver porque no me dejan sacarla de ahí...

— ¿Por qué?— pregunta mirándome atento en lo que yo agachó la mirada sintiendo ganas de llorar. — ¿Kaia?

— Porque no dejan sacar a los niños del orfanato. — respondo simplemente y tengo que inhalar y exhalar varias veces para no llorar. — Es que yo...

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