❝𝙍𝙞𝙫𝙖𝙡𝙚𝙨❞ ۪ 𖥔 ˑ𝓡𝓲𝓿𝓪𝓻𝓲 ✧

•»𝟭𝟵«•

—¿Cómo que no puedo dormir con mis amigas? —preguntó Abril por cuarta vez, miraba con el ceño fruncido al profesor mientras sostenía en sus brazos la bolsa de dormir y su almohada.

El señor suspiró, esa chica llevaba un rato atormentándolo, y él estaba muy cansado. Volvió a revisar la lista, en la cual claramente colocaba que las compañeras de la quinta tienda de dormir eran: la señorita Rivera, Rodrigo, Denise y Garza.

—Disculpe, jovencita Garza, así dictan las reglas. Usted ha sido asignada a dormir con las compañeras en la lista, punto— dijo para la desgracia de la castaña, Samantha observaba con los ojos abiertos la escena.

En ese instante su amiga Rocío salió a la defensa, al igual que Victoria, no soportarían ser separadas de sus amigas.

—¡¿Cómo que dormirán juntas?! —exclamaron las dos, por primera vez en su vida de acuerdo con la otra.

El profesor volvió a suspirar, tendría que aguantar a esas chicas también.

—La señorita Garza, deberá compartir...

—Ya se toda esa patraña. Me refería, a que usted hiciera una excepción —dijo la morena, Abril la apoyó cabeceando repetidamente.

—¡Por favor! No puedo dejar a mi amiga dormir con esa perra —dijo Rocío muy decidida, señalándola.

—¿A quién le dices así, maldita nerd? —le retó la castaña, mirándola con irritación.

Samantha la miró con enojo, no le gustaba que insultaran a sus amigas.

—¡Ve, por eso no la quiero cerca de Sam! ¡No va por el camino de Yisus! —terminó diciendo su amiga.

—La joven Rivera tendrá que cumplir con las reglas, al igual que la señorita Garza —repitió el profesor y Samantha simplemente no podía hablar, sentía el corazón en la garganta mientras sacudía la cabeza.

—No, no, no podría...

—Nada de cambios. Ahora vayan a cambiarse, antes de que las mande a dormir al bosque —dijo muy serio mientras se colocaba los lentes.

—¡Perfecto, mejor es compartir con osos que con ella! —dijo Rocío, y Samantha hizo una mueca, ella no quería dormir en el bosque a mitad de la noche.

Intentaba no mirar a Abril (claro que falló totalmente) pero sus ojos se encontraron con los chocolate y no identificó el enojo en ellos, era más bien, una mezcla de emoción y pánico.

¿Por qué Abril Garza tendría que tener miedo? ¿Acaso pensaba que Samantha le haría algo? La que debería estar aterrada en ese aspecto era la ella, intentó no temblar, aunque su piel estuviera de gallina.

Pasar toda una noche con la chica de tus sueños debía de ser magnifico. Claro, si esta chica no te odiara y no estuviera haciendo todo lo posible por no dormir contigo.

—No, ya hablé. Y usted, jovencita Millaray, deberá compartir la tienda con Palacios y Rocío —dijo señalando a su amiga, las mejillas de Millaray enrojecieron y los labios de Victoria perdieron color.

Rocío sentía como si le fuera a dar un ataque.

—¡NOO! —chillaron las tres pero ya era tarde, la decisión estaba tomada. Las cuatro tuvieron que resignarse con su estadía en la tienda que les había tocado. Samantha notaba a sus amigas (especialmente a Millaray) sumamente afectadas, por tener que compartir la noche con Victoria. Al menos se tenían la una a la otra mientras que ella, al contrario, estaba sola con la castaña.

Tal vez en la noche fuera a hacerle alguna maldad y le tomaran fotos para subirlas a la red, no importa cuán enamorada estuviera de Abril, ella no podía evitar pensar en que eso sería lo que haría la castaña. Christina tendría que compartir con dos amigas del equipo de animadoras, eso sí era suerte. Estaban las cuatro recogiendo algunas cosas mientras todos se preparaban para dormir, las chicas vestían con shorts y camisetas holgadas, la vestimenta común para dormir. Samantha había dejado su cabello suelto y utilizaba una chamarra sobre la camiseta, ya que el frío le calaba hasta los huesos.