❝𝙍𝙞𝙫𝙖𝙡𝙚𝙨❞ ۪ 𖥔 ˑ𝓡𝓲𝓿𝓪𝓻𝓲 ✧

•»𝟰𝟬«•

El lunes estaban en el aparcamiento de la escuela escuchando los gritos emocionados de Millaray, la rubia recostada del capo sólo podía sonreír.

—¡¿Comprenden?! Me invitó a una cita, una de verdad ¡No lo puedo creer! —dijo feliz mientras se colgaba del hombro de Christina, ella también parecía feliz por su amiga.

—Yo también tengo una cita con Bagi —confesó y las demás la felicitaron.

—Yo fui a visitar a Allison en su casa —pero claro que todas sabían que en parte estaba feliz porque había pasado tiempo con Abril.

—Terminaré viviendo con gatos —se lamentó Rocío por falta de emoción en su vida amorosa.

—No creo, chica. Sabes, un chico del club de basket no quita los ojos de ti —le susurró Christina y Rocío le restó importancia.

—No importa, no quiero sufrir como ustedes. Ahorita estarán felices, pero hace meses lloraban como locas —dijo y sus amigas le dieron la razón, el amor era una gran montaña rusa.

—¡Dios, Samy! Aún no me lo creo — le susurró Millaray a su mejor amiga mientras las otras dos hablaban —Lucía tan adorable mientras me lo pedía, estaba nerviosa y todo —contó con la cabeza en las nubes.

—Supongo ¿Y a donde te llevará? —preguntó, riendo por la emoción de su amiga.

—Dijo que era una sorpresa —respondió emocionada.

—Puede que te sorprenda —aclaró dejando a su amiga con la duda, pero cuando preguntó se hizo la desentendida.

Estuvieron todo el día perfecto, solo que Abril estaba molesta con Samantha por lo de la otra vez y se lo demostraba ignorándola, aunque a la pálida no le pasaba por alto que la viera de reojo. Juan también le veía con enojo, pero la ignoraba mientras iba de la mano con su novia, aunque no los había visto besarse y Samantha estaba feliz. A la quinta hora estaba en el pasillo, yendo a clases, y escuchó a alguien que la llamaba, volteó tan brusco que le dolió el brazo roto, pero intentó disimular el dolor.

—Rarita, te estaba llamando ¿No escuchas? —le dijo Victoria, aunque de una forma bromista, no había desprecio.

—Mira, señorita. Yo estaba distraída yendo hacia mi clase, creo que deberías hacer lo mismo —le dijo echando su cabello para atrás.

—Y sobre todo yo te voy hacer caso —dijo rodando los ojos y tomando a Samantha del brazo, para apartarse de los estudiantes que caminaban por el pasillo —Oye, tengo que decirte algo.

—Si, ya vi, Millaray estaba muy emocionada hoy —el rostro de Victoria pareció iluminarse.

—¿En verdad?

—No paraba de brincar, me recuerda aquella vez que se tomó cinco litros de cafeína —dijo riendo y recordando ese día, fue muy divertido.

—Me imagino, pero ahora el problema es que hay un rumor, que dijo uno de los de primero —sus ojos avellana estaban repletos de ansiedad y preocupación —De que casi besas a Abril ¿Es cierto?

Samantha se coloró de pies a cabeza y eso fue la respuesta.

—Supongo que si —dijo un poco cansada.

—¿Cómo... Cómo... Quién?

—Hasta ahora sólo poco los sabemos, pero los rumores se riegan muy rápido, Juan podría enterarse —dijo observando la cara como Samantha se ponía más pálida de lo normal, suspiró y estaba dispuesta a arriesgarse —Mira, Rivera ¿Tu está enamorada de Abril?

Samantha no respondió, ya que escuchó unos gritos y vió con horror como los ojos de Victoria se abrían.

—¡RIVERA! —Dios, Samantha ya iba a comenzar a odiar su propio apellido, eso pensó cuando escuchó la voz repleta de odio de Juan. Vió como el chico se dirigía a ella con el rostro rojo y los nudillos apretados, lucía igual que aquel día en el campo y Samantha se preguntó si le rompería el otro brazo.