Cuaderno de Slade Nº7: Martín Jimeno

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         El penetrante sonido del despertador me sacó de la cama a la hora en que solía hacerlo de lunes a jueves. Le di un golpe a la parte de arriba mientras me desperezaba. Cuando no me quedó otra que levantarme, me di cuenta de lo desordenado que estaba el escritorio. Iba a tener que ordenarlo por la noche, cuando volviera del trabajo. Cuando entré al baño, miré el espejo y vi que tenía mi pelo largo y negro hecho una maraña y aplastado contra la cabeza. Me iba a tener que peinar rápido si quería desayunar, tal vez atarlo fuera una solución.

         Otra vez un sonido agudo cruzó el departamento, ahora era el teléfono, dejándome con medio pantalón puesto, al ver mi reflejo en la ventana, ví que era el de  una extraña criatura con tres piernas corriendo a trompicones para atenderlo. Cuando finalmente lo tomé, una voz de hombre sonó alegre a través del auricular.

         —Hola, Slade, soy yo, Pedro, te acordás de la reunión que íbamos a...

         "Ufff" pensé enojado "Semejante carrera para esto".

         —Perdón— Le dije a Pedro— Número equivocado.

         Supuse que el hombre se disculparía y cortaría, pero siguió hablando.

         —Sí, seguro. Tengo tu número agendado. Al menos te hubieras cambiado la voz ¿No?

         Me enojó que el hombre siguiera insistiendo.

         —Mirá, para empezar, me llamo Martín Jimeno ¿No estás un poco grande para hacer bromas por teléfono?—Antes de que el bromista siguiera tomándome el pelo, corté

         De mal humor todavía, me terminé de vestir, me hice un café y empecé a leer el diario, como todos los días. El encabezado decía "Sigue el revuelo por la elección del primer presidente dotado de magia" Más abajo se leía: "Abebe Bekusi, electo el doce de diciembre como presidente de Somalia, aseguró en la última entrevista que dio, que enfocaría los recursos del país en mejorar la calidad de vida de sus habitantes, y piensa ofrecer becas para escuelas de magia situadas en el exterior del país, para aquellos jóvenes que pudiesen tener capacidad chamánica".

         Quince años ya, recordé con sorpresa. Hace quince años empezó esto de la magia. Primero unos pocos magos, después más, y de repente...¡PUM! Cientos de magos aparecieron por toda América. Como los ovnis, o Pie Grande. Pero los magos eran reales, y todos argentinos, algunos pocos de países limítrofes.

         Terminé de tomar el café y arranqué con las tostadas. Entonces me asaltó la fantasía que aparecía de vez en cuando: ¿Como viviría si pudiera hacer magia? Se imaginó recostado en un diván flotante, en una casa en el Caribe, con unas tostadas flotando hacia su boca y sin tener que ir a trabajar a...Eso me hizo volver a la mundana realidad Humpf... Refunfuñé mientras me levantaba y preparaba el maletín Otra vez a trabajar. Antes de salir, limpié la estampa que tenía el maletín de trabajo. La directora siempre nos exigía llevar en el portafolio una etiqueta con el nombre de la empresa: "D.K., Deteniendo Kalkus organización gubernamental".

         Sonó el  tercer timbrazo de la mañana, ahora proveniente de la puerta, me hizo desear vivir en una isla desierta. Me acerqué a la puerta y vi por la mirilla. Un hombre negro, delgado y alto, estaba sonriendo del otro lado.

         —¿Eh, Slade, estás... o sigue siendo número equivocado?

         ¡El bromista del teléfono! Tal vez si lo intimidaba un poco, se dejaría de molestar.

Cuadernos de Tava'i y Slade el mago mercenario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora