CAPITULO 47 DANGEROUS

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EVANGELINA

Tomo aire y cierro la puerta, el silencio inunda el lugar, no sé qué decirle, nunca me había sentido tan nerviosa de estar a solas con alguien en toda mi vida. Agust tiene esa capacidad, ese poder en mí, de ponerme nerviosa, ansiosa, caliente, desesperada por recibir sus caricias y un sinfín de emociones más.

Me tiene en sus manos, en menos de unos meses ha logrado que todos los cimientos de la muralla que había construido por años se derrumbara, me había negado aceptarlo, queria ser terca, obstinada y arrogante, pero él, con su forma tan no convencional de acercarse a mí, su forma de mirarme, de tocarme, de hacerme sentir viva nuevamente, logró calarse hasta mis huesos.

Sé que el algún momento debo decirlo, pero me aterra el rechazo, que él solo me vea como una ninfómana que puede darle placer las veces que quiera, porque eso es lo que a ella tambien le gusta. Las mujeres con mi tipo de condición sufren mucho a la hora de tener una relación estable.

Como cualquier otro tipo de adicción las mujeres ninfómanas, para quedar satisfechas, pasamos más tiempo involucradas en experiencias sexuales o buscándolas, lo cual siempre acaba interfiriendo con nuestra vida cotidiana. Por lo que he podido investigar este tipo de adicción está vinculada a situaciones estresantes, que son las que finalmente acaban desencadenando este tipo de obsesión por el sexo. Sé que algo en mi infancia, que aún no recuerdo porque mi mente al parecer ha querido eliminarlo y lo que pasó hace algunos años fueron los detonantes de mi adicción, por mucho tiempo, quise negarlo, ya que solo veía el sexo como una vía de escape y pensé que eso era normal.

Cuando decidí hacerle frente entendí muchas cosas, las mujeres con esta condición podemos llegar a tener dificultad en las relaciones interpersonales, porque nuestro comportamiento no va a ser aprobado por amigos, parejas y familiares, ya que esto puede implicar comportamientos sexuales de riesgo. Síntomas depresivos. En fin, las personas con mi condición muchas veces dejamos de disfrutar del sexo y solo nos obsesionamos con él.

Hace un tiempo que sentía que solo tenía una obsesión por follar, pero desde que Agust llegó a mi vida, esa parte de mi cambió, comencé a disfrutar del sexo con él, la manera en que me hacía suya, sus besos y caricias, entonces, pasó que deje mi obsesión con el sexo y me volví adicta a Agust. Y esta adicción es mucho peor para mí, porque siento que va a ser una de la cual nunca voy a poder escapar.

-¿Puedo poner algo de música? – La voz de Agust me trajo de vuelta.

-¿Eh? – Lo miré allí, delante de mí – Sí. Claro...

Lo vi caminar hacia el mini bar, con su pantalón apretado que le hacía resaltar ese hermoso culo que tiene, sirvió dos tragos y comenzó a sonar las melodías de una canción.

Te he perdido entre la gente
Te he adorado y te he odiado
Y en el fondo sabes bien
Que en los peores momentos
Llevas dentro un ángel negro
Que nos hunde a los dos.

-¿En qué tanto pensabas? – Camina hacia mí - ¿En el pelmazo de tú prometido?

Lo dice con ese tono cargado de veneno. Yo solo puedo blanquear los ojos, hace mucho que dejé de pensar en otro hombre que no sea él, solo que este chico aún no se ha dado cuenta de eso, ya no es solo sexo, ahí una cadena más fuerte que me ata a él.

-¡Supéralo! ¿Si? – Le digo tomando el vaso que me entrega.

-Te dije que ya lo superé – Toma asiento a mi lado y se encoge de hombros.

-¿Qué es esa canción? – Le digo.

-Simplemente me gusta – Toma un trago y veo baja por su garganta.

DIARIO DE UNA NINFOMANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora