Capitulo 11 Vas a gritar mi nombre

2.7K 118 1
                                    

EVANGELINA

Sentí como Agust tomó aire, antes de hablar. La mano de Agust se extiende por mi vientre expuesto y la otra sube por mi cuerpo. La envuelve alrededor de mi cuello y gimo. Mi trasero se presiona contra su dura polla en sus pantalones de tela. Inclinándose, mordisquea mi oreja y gimo. 

–Bien, comencemos... - Una suave caricia en mi trasero, mi respiración se iba agitando, mis pulsaciones estaban al máximo, nunca había sentido tanta adrenalina, ni en mis noches más locas, pero este chico lograba ponerme al máximo – Primera pregunta: ¿Qué hacías donde el imbécil de francisco? – Un suave golpe que me hizo brincar – Evangelina, es hora de responder, de verdad no estoy jugando.

Sé que está perdiendo la paciencia. Al no darle respuestas, se vuelve mas dominante y con lo que me encanta que me dominen en la cama. 

Una sonrisa se me dibujó en el rostro. No pienso darle lo que quiere, en este juego estamos jugando dos, él cree que puede dominarme y yo solo le estoy haciendo creer que puede hacerlo. 

– Es. Algo. Que. No. Te. Importa – Hice énfasis en cada palabra. En ese momento sentí un golpe en mi trasero. Un grito salió de mi garganta, mi corazón se aceleró, mi sangre caliente recorría todo mi cuerpo.

Todo esto es demasiado. Su mano aprieta mi cuello, quitándome el aire durante un rápido segundo, y mi ropa interior se moja. Mis labios se separan, incapaz de respirar. 

Siento como la respiración se le acelera, Agust enredó sus dedos en mi cabello.

 – Respuesta incorrecta – Su voz era letalmente suave – No juegues conmigo – Arrastro sus palabras – a menos de que quieras salir de aquí sin poder caminar y sin poder sentarte por unas semanas.

Mordí mi labio inferior hasta sentir el sabor a cobre en mi boca. Me encanta provocarlo, hacerlo perder el control, quiero hacerlo sentir lo mismo que él me hace sentir a mi. 

– No serias capaz – enterré mis uñas hasta hacer unos surcos en mis palmas.

Sentí como una carcajada que salió de él. Lame mi cuello. Cada terminación nerviosa de mi cuerpo vibra. 

Esté hombre es fuego, eso no lo voy a negar. 

- ¿De verdad crees que estoy jugando? – Otro golpe aterrizó en mi trasero, esta vez fue más fuerte, más firme, sentía que mi piel ardía, el calor se acumulaba donde él dejaba caer la correa de cuero. Sentía como debajo de esa voz calmada y fría había un volcán a punto de hacer erupción. 

Sus dedos rozaron la parte baja de mi espalda y casi salte fuera de mi piel, sentía como mi interior estaba goteando, me sentía completamente excitada, mis muslos, se sentía babosos, y dentro de mí se encendía un fuego que jamás pensé sentir. 

– Voy a volver a preguntar – Dijo, acariciando con su mano el lugar donde había golpeado - ¿Qué hacías con ese imbécil? Es fácil la pregunta – Acercó su boca a mi oreja, y pude volver a sentir ese embriagante aroma. La mano que tenía libre la arrastro hacia la parte posterior de mi cuello, dejando una cascada de hormigueo a su paso – Te siento goteando sobre mí.

-Imbécil - Siseo. 

 Mi excitación, acompaña de ira estalló ¿Quién se creía que era? Me estaba odiando por dejar que me encantara tanto lo que me estaba haciendo. 

Su agarre se aprieta mas alrededor de mi cuello. Talvez me deje inconsciente. Cuando afloja su mano, siento una abrumadoradecepción.

- ¿No habías dicho que era solo un niño? – Una suave sonrisa se sintió en mi oreja – Debo decirte que este niño te está haciendo gotear con el solo roce de sus manos. 

DIARIO DE UNA NINFOMANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora