Con amor, Adara - Carlos Sainz

XIX - Rugen los motores

Capítulo 19
25 de marzo 2021, Bahrein

Me encontraba de vuelta en el circuito después de unos merecidos días de descanso en Madrid. Había intentado interiorizar todas las cosas que habían pasado y parecía haberlo conseguido. No tenía claro si el plan de 0 contacto funcionaría esta vez, pero al menos estaba mucho más preparada mentalemnte. Ver a Sofía siempre era bueno y mi relación con Alex seguía igualmente tirante, todavía no había conseguido saber la razón real. Supongo que antes o después tendría que decirme que le pasaba. A si que como sorpresa había decidido traerlos al fin de semana del primer gran premio. Se lo dije con unos días de antelación y consiguieron pedir los días en el trabajo.

Recuerdo los gritos de alegría de Sofía en cuanto se lo dije, Alex por otro lado no parecía tan contexto pero acepto igual. Yo llegue el jueves pasado para empezar a poner a punto todas las cosas relacionadas con el Marketing. Fue ese mismo día cuando le volví a ver por primera vez. Estaba agarrado de la mano de Isa andando por el paddock. Intente con todas mis ganas frenar el sentimiento de celos dentro de mí y por primera vez desde que le conocí fui capaz de acallarlo. En ese momento me dí una palmadita de ánimo a mi misma, alomejor sería más fácil de lo que yo creía. A si que comportándome como una persona normal levanté la mano saludandole de manera casual. Fue mi corazón el que sintió como si lo apretaran cuando simplemente me miro, sin ningún tipo de respuesta. Como si ni siquiera me conociera.

Tenía muy claro que ambos habíamos llegado al acuerdo de mantener distancia, pero de ahí a ni siquiera ser cordiales cuando trabajabamos juntos había un paso. Y como soy una rencorosa orgullosa en el fondo decidí que si a esas quería jugar pues jugaríamos. A si que llevo dos días completos ignorándolo. Porque para que mentirnos soy una niña pequeña cuando quiero. Además estaba siendo bastante díficil, al fin de cuentas soy yo quien me encargo de hacer su itinerario y hasta ahora me había escudado en estar muy ocupada y pedirle a los mecánicos que se lo dieran. Pero en algún momento tendría que hablar con él.

Quitando de lado todo el tema Sainz, del cual admito que pulula más de lo necesario por mi cabeza, me encuentro en la salida del aeropuerto para recoger a mis dos mejores amigos. Para que mentirnos, ellos creen que les he invitado porque les hace mucha ilusión, pero en realidad lo hago por mi. Me siento un poco sola aquí, no solo en Bahrein, más bien desde que empecé a trabajar en Ferrari. Necesitaba un poco de apoyo extra para el comienzo de la temporada.

Estoy ensimismada mirando en el móvil el horario de los próximos días cuando noto unos brazos rodeándome desde atrás acompañado de unos gritos que conozco a la perfección. Me zafo del abrazo dándome la vuelta, viendo a Sofía dar saltitos de alegría.

- ¡Por fin me invitas con las altas esferas! - dice dándome un golpe en el brazo. A lo cual yo hago un ruidito de dolor. Pero me da un pequeño abrazo y la perdono, aunque para no mentirnos nunca podría enfadarme con ella. Es cuando dejo de poner mi atención en Sofía que veo a Alex parado detrás de ella con una pequeña sonrisa. Se acerca a nosotras.

- No la atosigues que acabamos de llegar.- escucho como le dice a Sofía burlándose un poco de ella. Procede a darme un abrazo de medio lado con bastante pocas ganas a mi parecer. Se que la cosa está rara entre nosotros pero suponía que aunque sea por el bien de los tres lo dejará de lado estos días, pero ya veo que no.

- Joe es que la echo de menos.- le responde con un pucherito. Aunque es verdad que llevamos un par de meses sin vernos mucho pase unos días con ellos en Madrid está semana.

- Me viste hace un días.- le digo riendo.- Pero voy a dejar que me atosigues todo lo que quieras, por que yo tambien te he echado de menos.- lo acompaño con una risita intentando quitar un poco de hierro al asunto, lo cual ella parece agradecer.- Os he conseguido pases para el paddock, vais a flipar con todo. Yo todavía lo hago.- les digo mientras cogen sus cosas y les llevo hacía la salida del aeropuerto. Como trabajadora tengo ciertos pases a lo largo del año, a si que ha sido tarea fácil. Eso si la habitación de hotel no se la pagan, pero corre de mi bolsillo, solo que ellos no lo saben.