Mirarte era como mirar el mar
o las montañas,
como mirar la ciudad
desde una terraza.
Me sentía pequeño contemplándote
como si fuera una mota de polvo
en un trastero desordenado.
Y a la vez,
dentro de mí,
el vacío se hacía más grande
hasta que no pude encontrarme.
0
Mirarte era como mirar el mar
o las montañas,
como mirar la ciudad
desde una terraza.
Me sentía pequeño contemplándote
como si fuera una mota de polvo
en un trastero desordenado.
Y a la vez,
dentro de mí,
el vacío se hacía más grande
hasta que no pude encontrarme.