CAPÍTULO 05

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(...)

Dazai estaba muy preocupado caminando por las calles de Yokohama, ahora ¿que se supone que le diría a Chuuya?, "Cariño nuestros hijos desaparecieron, por que tarde en recogerlos de la escuela", no mala idea no podía decirle eso así como así de seguro que este apenas se enterase lo mataría, pero no le quedaba otra opción ya estaba atardeciendo para darle lugar a la noche, y no sabía donde más buscar, tenía que decirle aunque le mate, sus hijos son muy importantes para ambos tendría que hacerlo sin importar que, saco su teléfono de su gabardina, encendio la pantalla, empezando así a marcar el número de Chuuya esperando a que responda.

-Hola mi amor~.

-Osamu, ¿ya saliste de tú trabajo con los peques?, por cierto ya voy de camino a casa.

- Cariño... yo tengo algo que decirte, sabes que te amo mucho, adoro, quiero, aprecio, y más.

-¿Decirme algo?, adelante.

-Yo Chuuya..., perdi a los niños. -pudo escuchar varias maldiciones de su esposo al otro lado de la línea, y que estaba a punto de gritarle o peor, así q se apresuró a seguir hablando-. te juro que no era mi intención perderlos los busque por algunos lugares de Yokohama a los que podrían haber ido pero no los encontré, ¡lo lamento!, per...

El pelinaranja al otro lado de la línea no le dejó continuar por el enojo de que su esposo aya perdido a sus hijo, pero este se esfumó antes de comenzara a gritarle a Dazai, pues la preocupación se apoderó de el, estaba muy preocupado por sus hijos.

-Ugh ¡maldición Dazai!, ¿ahora que?, ¿y si alguien los secuestro?, es demasiado peligroso solo son niños, tenemos que hacer algo, ¡Dazai escuchastes, tenemos que encontrar a nuestros hijos!. -hablo al borde de la desesperación, aun caminando a la dirección de su casa a paso acelerado-.

-Chuuya..., cariño tranquilo, pensaremos en algo, se que nuestros hijos son fuertes aunque uno no sepa controlar su habilidad muy bien y la otra aún no descubra la suya, no creo que estén en peligro y si alguien se atreviera a tocarlos o hacerles daño siquiera intentar yo no lo dejaría seguir con vida. -hablo lo último con voz asesina, para después calmarse y cambiar a un tono de voz más sereno y tranquilizante-. ¿te parece si vienés al parque que esta a unas cuantas cuadras de nuestra casa?, estaré ahí esperandote tengo una deducción de donde sea el paradero de nuestros peques.

-Dazai..., ugh, sabes que ya voy no ahí tiempo que perder tengo que encontrar a mis hijos.

-Nuestros hijos Chuuya~, bien te espero ven con cuidado amor, adiós.

Apenas y la llamada se cortó Chuuya dio un suspiro para después correr hacia el parque donde el y su esposo solían llevar a sus pequeños para que se divirtieran, así que no se le haría difícil llegar a ese lugar, paró de correr cuando llegó a aquel parque, dirigió su mirada más buscado a su esposo pero no lo encontró, juraría que si lo había engañado y más en una situación donde sus hijos están desaparecidos lo mataría pero a golpes, no hasta que ese pensamiento se esfumó de su cabeza cuando sintió que alguien lo abrazo por detrás con delicadeza sacándolo de sus pensamientos.

-Chuuya, mi amor ya estas aquí.

-Dazai..., l-los niños..., que haremos y si algui...

Chuuya no logro terminar su oración, ya que un tierno beso delicado pero a la vez con cariño evitó que siguiera hablando, Dazai lo estaba besando, no hasta que el mismo corto el beso apartando un poco a su esposo con un leve sonrojo en sus mejillas y algo avergonzado al recordar que estaban en un lugar público, ¿y si alguien los había visto?, fue lo q pensó para después regañar a su esposo.

- Dazai idiota ten cuidado donde intentas hacer este tipo de cosas.

-oh, ¿acaso no te gusto el beso?, podría besarte en cualquier lugar Chuuya nadie puede evitar que exprese todo el amor que te tengo, mi amado esposo. -se volvió a hacercar a Chuuya para dejar un pequeño beso en su mejilla haciendo que este se avergonzara aún más.

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