Capitulo 23

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-Sin duda estar entre tus
Brazos y sábanas ha
sido otra forma de definir 
El cielo...

Esme Jiménez.
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Advertencia cap +18 ⚠️🔞

—Eres hermoso— Susurre dejándome llevar por mis emociones, aquel beso se hizo cada vez más intenso y cuándo sentí, en un pestañear ya estábamos en casa, en nuestra habitación, Minho me cargo en sus brazos hasta la cama, dejándome caer sobre ella, ...

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—Eres hermoso— Susurre dejándome llevar por mis emociones, aquel beso se hizo cada vez más intenso y cuándo sentí, en un pestañear ya estábamos en casa, en nuestra habitación, Minho me cargo en sus brazos hasta la cama, dejándome caer sobre ella, se sentía tan suave y comoda, las sábanas recién lavadas, olían a flores silvestres y lavandas,  Minho se acomodo encima de mí, colocando sus piernas una a cada lado de mi cuerpo, sentí un escalofrío correr  por todo mi cuerpo. Él aprisionó mis labios con los suyos, metió una de sus manos bajo mi camisa para tener más contacto con mi piel, sus manos son  tan suaves.

Llevé mis manos hasta su trasero lo apreté y luego las subí hasta su espalda, sentí  que su camisa me estorbaba, no medí  mi fuerza y la rasgue, arrancandola de su cuerpo.

—¡Oye!, esa era mi camisa favorita.— sequejo contra mís labios.

—Te compraré una Nueva— le susurre al oído.

Minho me sonrió con picardia y deseo, luego rasgó mi camisa también, yo no dije nada solo continúe arañando su espalda desnuda, lancé mi cabeza hacía atrás y arqueé mi espalda cuando sentí sus labios posicionándose en mi cuello,

—¡Ahhh!— Mordí mi labio inferior con fuerza y solté un gemido ahogado.

Sentí como los labios de Minho bajaban y se posicionaban en uno de mis pezones, joder se sentía tan bien que no pude evitar mover mis caderas haciendo fricción con la notaría ereccion de Minho.

El succionaba mis pequeños pezones erectos y yo sentía que todo mi cuerpo estaba hirviendo, baje mis manos hasta su pantalón, no me moleste en desabotonarlo, simplemente los rompí dejándolo solo con la delgada tela de su boxer, él dejo de torturar mi pezón y se sento dejándome ver su marcado cuerpo y como dijo la hermanastra fea en Shrek: “Su cuerpo está tallado por los mismos ángeles”  me lo comí somo con la mirada.

Desvíe mi vista hasta su pelvis donde había un pequeño tatuaje que decía "Love is Love 🖤" con un pequeño corazón negro a un lado, luego le preguntaría por su significado, no es que no sepa inglés, claro que se inglés, estudie en uno de los mejores colegios bilingues, solo que detrás de un tatuaje hay un historia y me gustaría saberla, pero me estoy desviando del tema así que  mejor continuemos en lo que estábamos y es que en serio su cuerpo parece realmente tallado por las manos del mismísimo dios de la belleza, al parecer se ha  tomado el tiempo en tallar a Minho, por que cada parte de él es perfecta, Minho perfecto de los pies hasta la cabeza, sus ojos rasgados y esa nariz perfecta.

Todo él, es perfecto.

—¿Terminaste de comerme con la mirada, Jisung?— Lo escuché preguntar.

—No... Espera un poco más por favor, solo un poco más—  pedí pasando mis manos por todo su cuerpo desnudo.

—Lo siento Sung, pero ya he esperado demasiado— Musito tomando mis manos y  entrelazo nuestros dedos, las llevo arriba de mi cabeza, sus caderas se empezaron a mover haciendo falsas embestidas y joder, esa fricción se sentía tan bien, soltó mis manos y las llevo hasta mi pantalón e intento quitárlo torpemente haciendo que se quedará atascado en mis zapatos, Minho gruñó frustrado y se levantó, quito mis molestos zapatos y los lanzó con fuerza lejos de la cama, me reí ante su desesperación.

—Deja de reírte Jisung, no he hecho esto desde hace muchos años es normal que sea torpe— Se defendió ante su notable torpeza.

—No me estaba riendo de tu torpeza, me reía de lo tierno y sexy que te vez— pase mis manos por su abdomen.

—Mi querido Jisung, no soy para nada tierno, soy un demonio que pertenece al infierno pero hoy te llevará al cielo— Mierda, que poético.

Cuando termino de quitar mis pantalones, subió nuevamente a mi cuerpo hundiendo su rostro en mi cuello dejando pequeñas mordidas en él, con desesperación y excitación.

—Eres mió Jisung— susurro bajando sus manos hasta mi entrepierna para acariciar el bulto que se marcaba en mi boxer.

—¡Ahhh! Min— un fuerte gemido se escapó de mi boca, por suerte no tenemos vecinos o ya estuvieran gritando para que nos callamos  o estarían disfrutando del espectáculo.

Minho se encargo de marcar todo mi cuerpo con sus besos, no hubo una sola parte de mí, que no hubiese sido tocada por sus labios, sus rojos y suaves labios.

Cuando su recorrido de besos por mi cuerpo acabó, se coloco en medio de mis piernas para tener acceso a mi trasero, saco un frasco de lubricante del pequeño cajón que estaba a la par de la cama y lleno sus dedos con ese liquidó.

—Abre más tus piernas Sung— Ordenó y
Dios,  yo como niño bueno obedecí.
Introdujo el primer dedo y gemí de dolor pero poco a poco me fuí acostumbrando a la intromisión y se sintió placentero, luego un segundo dedo entró en mí, sus dedos entraban y salían haciéndome soltar pequeños gemidos, cuándo terminó de prepararme se coloco el condon y alineó su miembro totalmente erecto en mi trasero, lo sentí rozar mi agujero y rogué por que entrará de una vez en mí.

—Por favor Minho, no juegues y hazlo de una maldita vez— Rogué con desesperación.

—Pensé que era yo en el que estaba impaciente— dijo burlándose, dejándome ver esa sonrisa que me vuelve  loco.

—Cierra la boca y entra en aaaahhh!—
Me penetró sin avisar.

—Maldito, no estaba preparado— murmuré entre gemidos.

Minho solo sonrió y empezó a mover sus caderas y un sin fin de emociones se apoderaron de mi cuerpo.

—Lee,  ma-mas rápido por favor—

—Sólo porque tú lo pediste, ardillita— respondió y empezó a moverse más rápido, cada embestida se sentía diferente, se sentía más excitante.

— ¡Ahhh fuck!— nuestros cuerpos sudados se convirtieron en uno solo, la habitación se ha llenado de nuestros gemidos y agradecía que Felix no estuviera aquí de lo contrario ya lo hubiéramos traumado.

Después de unos minutos llegamos al clímax y ambos terminamos al mismo tiempo, tocamos el cielo y el infierno a la vez, mi semen quedo en mi estomago y el de Minho dentro de mí o mejor dicho en el condon.

Ambos quedamos exhaustos con nuestras respiraciones agitadas y completamente sudados, nuestras miradas se conectaron y entonces lo escuché decir...

—¡Estoy destinado a robarte la virginidad!—

—Y yo estoy destinado a ser tuyo—
Le susurre, recostandome en su pecho, bajando mi mano hasta el lugar donde estaba aquel tatuaje.

—Y yo estoy destinado a ser tuyo— Le susurre, recostandome en su pecho, bajando mi mano hasta el lugar donde estaba aquel tatuaje

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Muerdeme (Minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora