6. Ceral de media noche.

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*Narra Jules*

La madrugada del día siguiente cayó, habíamos llegado al búnker después de una cacería exitosa por parte de los tres Winchester y lo único que encontramos al llegar fue un lugar casi desierto.
Nadie nos aviso que se irían por su cuenta a otros asuntos hasta que el pobre de Kevin nos contó cuando arribamos al lugar. Lo habían dejado solo a esperarnos.

Ahora había aprovechado la soledad para quedarme en la cocina hasta tarde. El reloj marcaba cuarto para las tres de la madrugada, mi tazón de cereal aún seguía medio lleno y mi mirada comenzó a divagar perdiéndose en un punto invisible sobre la mesa mientras jugaba sin sentido con la cuchara.
Pensaba en lo extraño que era aquella situación, después de tanto tiempo sin éxito comenzaba a pensar que no volvería a ver a mi Dean y a mi Sammy de nuevo, posiblemente estábamos haciendo las cosas mal y los portales no estaban bien dirigidos, ó ellos simplemente ya se habían esfumado. Me aterraba todo eso.

Me aterraba pensar que habían muerto y era la razón por la cual no podían regresar.

Comenzaba a sentirme inútil y con menos fuerza que antes, y el llamar a mi abuelo para decirle que me había rendido y necesitaba de su ayuda cruzó por mi cabeza repetidas veces. No quería humillarme frente a él nuevamente y confesarle que no había entendido su misión pero empezaba a frustrarme cada vez más, que hasta el ir arrodillada implorando por salvación ya casi empezaba a sentirse como buena idea.

Y ni hablar de lo emocionalmente inestable que me había vuelto ante la presencia de ese Dean. Era tan difícil concentrarme en mi misión teniendo frente a mí aquellos ojos verdes y, aunque fueran ajenos, no podía apartar mis sentimientos hacia él. Sentía que todo se me complicaría gracias a eso.
Después de lo que había pasado en el bosque, que había sido una caricia tan insignificante, no podía sacarme de la cabeza la sensación cálida de su mano, el hecho de que me tomara así del mentón me preocupó ya que era algo que mi Dean siempre hacia y no había manera de que supiera.

O tal vez era algo que venía por defecto en los Deans y yo me estaba volviendo loca. Seguramente era eso.

De pronto la figura de un rubio algo despeinado apareció por la puerta de la cocina, como si mis pensamientos lo hubieran jalado a donde yo estaba. Sentí mi corazón acelerándose con algo de nervios pero disimulé como toda una profesional. No podía permitirme sentir eso por un completo extraño.

—¿Insomnio?– preguntó arrastrando sus pantuflas hacia el refrigerador mirándome en el trayecto. Iba en una playera negra simple y pantalones de pijama a cuadros.

—Hambre. Necesitaba algo de azúcar.— Mi mirada seguía vagando por los cereales flotantes en la leche.

—Ah, claro, eso imagine cuando no te vi en tu cama.

—¿Fuiste a mi habitación?— cuestioné con mucha curiosidad ladeando mi cabeza, ni siquiera quedaba de camino a la cocina, ¿por que había ido ahí?.

—Me perdí en el pasillo.

—¿No dijiste que conocías bien el búnker?

—¿Puedo acompañarte en la mesa?– Evadió por completo mi pregunta mientras caminaba hacia donde me encontraba, luego asentí algo confundida apuntando a la silla vacía frente a mí, indicándole que podía sentarse. Él había sacado la caja de leche y un tazón para luego tomar la caja de cereal frente a mi. Mejor preferí ignorar la situación anterior. –No te ves muy satisfecha.

—Lo estoy, es mi segundo plato, y es la primera vez que como todo el cereal que quiero sin que alguien me regañe.— Expresé divagando con una sonrisa de melancolía, hace mucho que no lo hacía y Sammy era el que me llamaba la atención por comer tanta azúcar, no era divertido sin él. — Creo que solo fue una mala noche, necesitaba subirme el ánimo con Lucky charms.

Lucifer's daughter [Dean Winchester - Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora