11. El fruto prohibido.

176 25 7
                                    

Las horas habían pasado en aquel lugar, Sam me había quitado las esposas anti-magia para que pudiera asearme y ponerme cómoda, lamentablemente tendría que usar ropa de Jack mientras la mía estuviera seca de nuevo, cosa que a él no le importó y hasta estaba feliz de compartir.

Era como tener un hermanito menor.

Era un lugar lúgubre a comparación de nuestro búnker, no había personas vagando o estudiando en la sala. Lo peor de todo fue que cuando pregunte por todos ellos y me respondieron que estaban muertos. No podía imaginar aquel lugar sin Kevin o Jo. Era simplemente triste.

Por otro lado, ahora estábamos en la sala interrogando al mayor de los Winchester por sus acciones y tratando de resolver el misterio de por que me había traído aquí.

—Dean, ¿Quieres explicarme por qué secuestraste a Jules? Por que si, fue un secuestro.— Exclamó Sam por quinta vez en la noche.

—No fue tan diferente a lo que ella nos hizo a nosotros hace un par de días...— Respondió el rubio mientras bebía una cerveza sentado en la enorme mesa de la sala común del búnker. Se veía despreocupado.

—Ella no lo hizo a propósito, sabes que fue una misión...— Sam estaba muy molesto con su hermano —Misión que ahora le frustraste trayéndola aquí.

—Pero ahora ya tiene lo que quería... A Sam y a Dean.

Yo me había limitado a solo observar aquella discusión y regaños hacia el mayor de los Winchester, ni siquiera me sentía con el ánimo de discutir ya después de notar lo extraño que se comportaba el rubio. Me sentía asustada y de cierto modo culpable.
Había peleado con él un rato antes por la misma razón pero él solo se jactaba de haber hecho lo correcto y de que yo debería estar agradecida, pero jamás decía por que, era como hablar con la pared.

—¿Que demonios te pasa, Dean?

—Lo que me pase, Sammy, yo también ya tengo lo que quiero.— Se giro a verme y sonrió. Lo único que pude hacer fue esconderme detrás de Castiel evitando aquella mirada.

—Esto es muy incómodo.— Le dije al ángel.

—Dímelo a mi...

—¿Crees que el viaje a otra dimensión le haya afectado, Cas?

—Es poco probable por que ustedes ya habían viajado antes, quizá deberíamos dejarlo descansar para ver si tiene un cambio...— la voz profunda del ángel exclamó mientras se hacía a un lado para poder verme. —Pero también debemos considerar que quizá ella pueda ser la culpable de todo esto.

La mirada de todos los presentes se fue a mi mientras se creaba un silencio algo incómodo. Yo también lo creía pero no quería sentirme como la villana ya que en ningún momento mis intenciones fueron malas.

—¿Ustedes sabían que siempre quise tener una hija?—La voz de Lucifer quebró el silencio en la sala, seguía en el suelo de aquel rincón, esposado y observando y escuchando atento a todo lo que pasaba en la sala. —Jules no es precisamente el nombre que hubiera elegido pero se que sería una de mis hermosas creaciones.

—¿Tu sabes algo de esto?

—Que ángel de la guarda tan astuto.— respondió simplemente y luego sonrió después de una pausa. —Claro que lo sé, Castiel.

—¿Y entonces que significa?— preguntó Sam mientras se levantaba de su silla con un claro gesto de preocupación. No tenía que ser nada bueno si Lucifer estaba en medio de esto.

—Intenta pensar un poco, Samuel... Es obvio. Si Jack tiene poderes, Jack tiene virtudes; y si Jules tiene poderes...

—Jack y Jules son exactamente iguales como nefilims, no tienen ninguna diferencia... Sus poderes son equivalentes sólo con años de diferencia. Jack no nos ha hecho cambiar actitudes.— Explicó Sam.

Lucifer's daughter [Dean Winchester - Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora