Serás mi secreto

Capítulo 0

¿Duele verdad?

Duele saber que todo en esta vida es un juego. Que para la mayoría de personas eres visto como un juguete o un objeto con el que pueden jugar y cuando se cansen desecharlo como si nada. Cómo si no hubiera una historia detrás. Cómo si nada hubiera pasado. Cómo si tú fueras una basura y nada más.

Dolía, dolía hasta el infierno.

Sentía como una grieta daba inicio a otras mientras cada palabra salía de su boca.

- Es una estúpida, una inútil que no sirve para nada - decía Sinclair a sus amigos - ¿Puedes creer que en el momento del coito estaba temblando? Ni siquiera sabía como hacerlo o como moverse, estaba sonrojada y muy necesitada de polla, no aguantaba casi nada, hasta perdí la cuenta de cuantas veces se corrió.

Ella estaba detrás de un pilar escuchando aquella conversación. Se sintió usada, las lágrimas amenazanban con salir dispersas en cualquier momento. Ella no podía llorar, no podía hacerlo. Ella era recia a mostrar sentimiento alguno, pero nada de eso cambiaría el hecho de que su corazón quedó destrozado.

Lo único en lo que pudo pensar fue en escapar. Irse lejos de aquella academia que más bien era internado, irse lejos de ella, y así lo hizo.

En la noche mientras Sinclair estaba en una pijamada con sus amigas ella empacó sus cosas y de fue de allí.

No sabía a donde ir. No tenía donde ir. No tenía rumbo.

Su casa no era una opción, apenas apareciera se destruiría frente a su familia. Tyler tampoco lo era, si bien el chico había estado en rehabilitación y se disculpó con ella, ella no volvió a confiar en él como antes.

Pero se le vino una persona a la mente, su tío Lucas. Él sí le ayudaría.

Se preguntarán ¿Por qué no confrontó a Enid? Pues la respuesta era simple y se reducía a tan solo tres palabras: "La maldición Addams". Por más lastimada que esté sabe que ella la seguirá amando hasta la locura, la obsesión y la devoción.

Siente como su omega comienza a gritar, llorar y sufrir por la evidente falta de la alfa, "su alfa". Ahora entendía el porque Enid no la marcó.

Ella era fría y se enamoró. Entonces sintió lo que nunca quiso, creyó en lo que nunca pensó y amó a quien nunca imaginó.