-- Capítulo 1 --

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¡Hola chicos!

Aquí vengo con una nueva historia a ver que os parece ;)

La de peligroso recuerdo la seguiré actualizando pero a ritmo pausado ( bueno el que tenía hasta ahora xD)

En fin, espero que le deis una oportunidad y me comenteis que os parece :)

Cualquier duda, me dejais un comentario.

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- ¿Cómo puedes ser tan irresponsable? ¡Casi os matan a los dos por tu culpa!- Dijo Peter aguantando la rabia para no golpear a su sobrino- ¿Has visto si la han infectado?

- ¡Joder no!...Bueno...Estaba más pendiente de evitar que nos mataran...-

Josh intentada rememorar cada detalle de la pelea que había tenido hacia escasa media hora con los súcubos en el callejón. Uno de los atacantes era claramente varón y no había dejado de intentar clavarle el cuchillo carnicero que llevaba, así que estaba seguro de que él no se había acercado a Hana,  pero la otra atacante era una hembra seguro y la había perdido de vista en varios momentos.

Aun así estaba seguro que no había tenido tiempo de hacer intercambio de sangre. ¿No?

Peter noto el pequeño atisbo de duda en los ojos de Josh y aquello lo enfureció. Cogiéndolo de la solapa lo estampó contra una de las paredes del estrecho pasillo en el discutían.

- No puedes estar seguro, así que vas a vigilarla ¿Me oyes?

El joven se soltó del agarre de su tío de un tirón.

- Ni hablar, te digo que solo se ha desmayado del susto.  Ella está bien...

- Escúchame idiota, es tu culpa que os hayan atacado en el callejón, tu desobedeciste mis órdenes y ahora una humana puede estar infectada. Vas a vigilarla y acarrear con las consecuencias de tus actos te guste o no-

La voz de Peter había dejado de sonar humana para convertirse más bien en un gruñido.

- No pienso ser la niñera de nadie y menos de esa cuatro ojos- Aquellas palabras quedaron flotando en el aire.

- Joder eres un idiota y un niñato- Peter dio dos pasos hacia atrás. Había intentado mantener la calma con el hijo de su hermano, había sido paciente, quizás demasiado, pero esa vez no podía dejarlo pasar.

Josh tenía que aprender a obedecer y cargar con las consecuencias de sus cagadas.

- Vas a hacer lo que te ordeno te guste o no o no volverás a salir de caza en lo que te queda de vida ¿Lo has entendido? - Ya no había ira, ni gruñido, solo un tono de voz frio y calculado. El de un general dando una orden a uno de sus soldados.

- Entendido- Josh levanto uno de los dedos y se lo apunto al pecho, en señal de aceptación de una orden de un superior y sin decir nada más se dio la vuelta y se desmaterializo delante de su tío. Peter gruño al ver ese gesto  en su sobrino, nunca le había dado una orden directa, nunca lo había tratado como uno más. Pero eso se había acabado.


Hana sintió que todo el celebro le daba vueltas. Intento abrir los parpados, pero le pesaban como dos losas de cemento. Volvió a intentarlo y el mareo se intensifico.

Se quedo muy quieta y unos segundos después volvió a intentarlo. Esta vez tuvo éxito y poco a poco el mundo volvió a tomar color. Estaba en una habitación espaciosa tumbada encima de un diván. Pestañeo un par de veces y se incorporo con cuidado.  Cuando giro la cabeza para acabar de ver donde estaba, todo empezó a dar vueltas de nuevo y soltó un pequeño gemido.

Volvió a cerrar los ojos y espero hasta que se pasó. Abriéndolos de nuevo acabo de sentarse en su improvisada cama y apoyo los codos en las rodillas sujetándose las sienes con fuerza.

¡Dios! Tenía una de las peores migrañas que recordaba. Tanteo con las manos a su alrededor hasta que localizo sus gafas en un pequeña mesita.

Pasados unos minutos se vio con fuerzas para levantarse. El primer intento fue un tanto tembloroso pero después de dar un par de pasos ya podía mantenerse en pie sin apoyo. Volvió a revisar la habitación. Era muy luminosa y los muebles de tonos oscuros le daban un toque moderno. En el centro había una gran alfombra de color banco. Siguió revisando la estancia y de pronto vio algo que la dejo helada en el sitio. Se quedo mirando una de las estanterías que había en el fondo, llena de libros y diversas figuras de coches. Las había de todas las marcas y épocas. Por lo menos unas 20 maquetas con todo lujo de detalles de los coches más caros del mundo. No les hubiera dado mas importancia si su hermano no hubiera sido un fanático de esas cosas y no se hubiera pasado una semana entera restregándole por la cara la foto que había salido en una de las revista de moda de esa misma estantería.

Todo el rato con la misma cantinela - Joder que suerte tiene ese Mills... lo que daría por poder ver todos esas maquetas de cerca.

Y mira tú por dónde que ella las tenía a 1 metro, porque sin duda estaba en la habitación de Josh Mils y aquello, a su parecer, no era tener suerte precisamente.

Volvió a mirar a su alrededor sin comprender. ¿Porque estaba allí?. Noto que el corazón se le aceleraba y las manos se le empezaban a enfriar. "Tranquila Hana, seguro que hay una explicación lógica..." Intento recordar cómo había llegado hasta allí pero su memoria estaba..borrosa. Recordaba el club, ella discutiendo con Josh.. Una ráfaga de recuerdos la golpeo. El trabajo. Tenían que presentar el trabajo de historia en dos días y el muy inútil no había ni empezado su parte. Otro recuerdo en clase, la cara de lerdo que se le había quedado al saber que iban a trabajar juntos. Todo iba viniendo poco apoco pero aun así tenía la sensación de haber olvidado algo...

De pronto la sensación de querer salir corriendo la barrio por completo dejándola casi sin aire.

Se acerco lentamente a la puerta y la abrió un poco...Pero se quedo quieta al oír voces en el pasillo.

...y acarrear con las consecuencias de tus actos te guste o no- Dijo alguien bastante enfadado.

- No pienso ser la niñera de nadie y menos de esa 4 ojos-

- Joder eres un idiota y un...

Cerró la puerta de golpe, pero sin hacer ruido. Notó como si un aguijón le atravesara el pecho y durante un breve segundo se quedo sin aire. Apretó el pomo de la puerta con tanta fuerza que pensó que lo arrancaría de cuajo. Se planteo seriamente salir y pegarle una buena bofetada. En realidad se moría de ganas de hacerlo, pero no quería que supiera que lo había oído. No soportaría un falso intento de disculpa o quizá otro insulto aun mayor. Cerró los ojos con fuerza. ¿Quien se creía ese estúpido que era?

Volvió a poner la mano en el pomo con intención de salir y plantarle cara...Pero se acobardó. En realidad pocas veces se había enfrentado en un ataque físico. Y las veces que lo había hecho, no había resultado vencedora precisamente.

Además cabía la posibilidad de que no estuvieran hablando de ella...

...Estúpido...

- Estúpido, estúpido...Hana no dejaba de repetirlo mientras se giraba en busca de sus cosas. Si antes había sentido ganas de salir de esa casa, ahora la necesidad le ardía en el pecho. Era como si no hubiera suficiente oxigeno en aquella habitación.

Al final localizo su bolso encima del escritorio.

Cuando lo tuvo delante se obligó a respirar "Expira, inspira, expira, inspira...Ahora vas a salir de la habitación, sonreír como tú solo sabes fingir, diciendo que estas bien y que tienes prisa" Apretó con fuerza el asa del bolso y se dirigió a la puerta con paso decidido pero antes de tocar siquiera el pomo, esta se abrió de par en par.

-¿Hana?-


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