En menos de un cuarto de hora se plantaron en el parquin de la discoteca y Hana se alegro de ver que aquel chico era de fiar y no algún loco con un cuchillo de sierra en la guantera. Cuando pasaron por la puerta un escalofrió le recorrió la espalda de arriba a bajo haciendo que se removiera en el asiento.
-¿Todo bien?- Mike volvió la vista hacia ella. - Sí. - Aunque no estaba segura del todo - Mi coche es el rojo de la esquina-
Mike la acerco todo lo que pudo. Aun no tenía muy claro que opinión formase sobre la chica que se había cruzado en su camino. La verdad es que no parecía de las típicas con las que se liaba su primo para luego no acordarse ni de su nombre. No tenía ese atractivo espectacular ni vestía como si se tuviera que pagar por cada centímetro de piel cubierto...Aún así tampoco podía decir que fuera una chica fea. Era un chica bastante normalita para el gusto de Josh, así que descartó la teoría de un lio de faldas. Cuando estuvo cerca del coche que Hana le había señalado, se detuvo.
- Se acabó el billete- dijo mirándola con una media sonrisa.
- Muchas gracias, en serio- Hana le devolvió la sonrisa y empezó a salir del coche cuando Mike la cogió del brazo. Se le congeló el corazón el pecho.
- Siento haberme reído antes... Josh suele ser un cabrón con las tías-
Hana parpadeo un par de veces sorprendida.
- No te preocupes. No es nada de eso. Solo tengo la desgracia de tener que hacer un trabajo con él para la uni.
- Ah, pues entonces nada.-Mike le soltó el brazo y noto como la chica volvía a relajarse. Le quedó claro que no estaba a acostumbrada a que la tocasen mucho y que solo era una compañera de clase a la que le había tocado lidiar con el vago del curso.
- Gracias otra vez- Se despidió Hana antes de cerrar la puerta y encaminarse a su propio coche.
Un vez dentro echo el seguro y se recostó en el asiento con los ojos cerrados. Oyó como Mike se alejaba. Aun no podía creer que se hubiera atrevido a subirse al coche de aquel desconocido ¿Y el salto con tentativa de suicidio para detenerlo? Abrió los ojos y los fijo en el cielo gris. El dolor de cabeza seguía presente así que con un suspiro de cansancio decidió no darle más vueltas. Tomó dirección a su piso con la única idea de un baño lleno de espuma en mente.
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Delante de la puerta de la gran casa de su tío Peter sólo estaba el coche de su primo Josh, por lo que Anabelle debía de estar en el centro de la ciudad en busca de suministros para la enfermería. Lástima, le apetecía verla...Aunque sólo porque hacía días que no se pasaba por allí y seguro que si la chica se enteraba que había ido de visita sin avisarla iba a pillar un buen rebote. Sin darse mucho tiempo para pensar porque aquellas excusas baratas cada vez hacían menos efecto, se bajo del todoterreno y entro en la casa sin esperar a que le invitaran.
Un vez dentro concentro sus sentidos y se percato de que sus hipótesis iniciales eran cierta, Anabelle no estaba pero su tío y su primo sí. Estaban los dos en el despacho por lo que había podido localizar mediante su agudizado oído. Peleaban, como siempre y aunque estaba seguro que sabían de su presencia incluso antes de que se acercara a la puerta, ninguno de los dos se había dignado en bajar para darle la bienvenida. Mike se concentro y con poco esfuerzo se materializo dentro del despacho de su tío.
- ¡Buenas familia!
Los dos hombres se giraron para mirarlo sin pizca de sorpresa.
- Hay una cosa que se llama timbre...- Empezó Peter.
- Hace 500 metros que sabéis que estoy aquí...Además no quería interrumpir vuestra charla familiar- Dijo girándose hacia Josh que le devolvió una mirada irritada. Mike se dejo caer el sillón como un saco de patatas.- Y bien ¿Que has hecho esta vez mi adorado primo del alma?
- No estoy de humor para tus gilipolleces Mike...Suficiente tengo con Peter...- La verdad es que llevaba toda la mañana discutiendo con su tío sobre Hana y estaba un poco harto del tema.
- Aquí el cazador prodigio ha expuesto a una humana en una pelea con los súcubos en el Alegro- Peter se cruzó de brazos detrás del escritorio.
La sonrisa desapareció de la cara de Mike- ¿Qué?
Josh se sentó en el sillón que quedaba libre y fijo su mirada en su primo - No fue exactamente así, pero más o menos el resultado es ese. Aunque estoy seguro de que no hubo infección. Además Hana parecía estar perfecta cuando ha salido de casa.
- ¿La chica con gafas?- Aquella pregunta sorprendió a Josh.
-¿La has visto? Pero si hace más de una hora que se ha ido en un taxi...- Mike dejo escapar un pequeño bufido divertido.
- En realidad se ha ido andando y cuando me ha visto aparecer se ha tirado en medido de la carretera para pedirme el móvil y poder llamar. Ha ido de un pelo que no me la lleve por delante con el coche. Pero aparte de eso la verdad es que se veía de lo más normal. No tenía pinta de ser una súcubo iniciada ni mucho menos...- Aquellas palabras sumieron la habitación en un pesado silencio. Las primeras semanas de una chica que acababa de hacer un intercambio de sangre con una súcubo eran un caos de violencia, sexo y depravación. Cada uno de ellos había tenido que vérselas con alguna de ellas y siempre eran las más violentas y si no fuera por su inexperiencia serían las más difíciles de cazar.
- ¿Y porque no he llamado un taxi desde aquí?- Pregunto Peter sacándolos de sus recuerdos.
- Creo que no tenía muchas ganas de volver a ver a Josh...No tiene una muy buena opinión de él por lo poco que me ha dicho- Dijo mirando a su primo con una sonrisa de burla en la cara.
- Pues peor para ella, porque durante unos días Josh se va a convertir en su acosador particular ¿Verdad?- Dijo Peter girando hacia su sobrino que ya se había dado por vencido.
- Pues que te sea leve...Seguro que te gustaría que fuera esa rubia despampanante que te tiraste el otro día después del partido- Mike estaba dentro del quipo de baloncesto de la universidad pero a diferencia de su primo que había optado por estudia Microbiología, él prefería las Matemáticas.
Los ojos azules de Josh resplandecieron levemente y los recuerdos del cuerpo de Lidia pasaron como una película en su mente.
- Tienes toda la razón, si fuera ella no me importaría acosarla otra vez- Dijo guiñándole un ojo cómplice a su primo.
- Por favor...Los dos fuera. Tengo cosas que hacer y Josh...Haz lo que te he encargado-
- ¡Que sí! Seré su sombra durante unos días mientras acabamos el trabajo de historia y después olvidaremos todo este asunto y podré librarme de esa empollona de una maldita vez.
Y con esa sentencia desapareció del despacho dejando a Mike y Peter con la palabra en la boca.
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Infectada
FantasyHana lleva toda la noche esperando a que su compañero de universidad, Josh Mils, le envíe su parte de un trabajo muy importante, pero cuál es su sorpresa cuando lo pilla de fiesta eludiendo sus responsabilidades estudiantiles. Hana sale de casa deci...