Infectada

-- Capítulo 16 --

¡¡Hola!!

Os dejo un nuevo capítulo ;)

Espero que os guste y lo votéis y comentéis.

La Editorial HF  me hizo la nueva portada. ¿Que os parece? ¿Os gusta más esta o la antigua?

Hasta pronto ^^

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Hana se quedó allí, agachada y aturdida pero un nuevo golpe la trajo de vuelta. Se incorporó buscando una vía de escape pero lo único que había era una ventana minúscula por la que estaba casi segura que no pasaba.

-Abre la puerta. No me gustan los juegos.-

-¡¡Déjame en paz!!- gritó histérica.

-Me gusta cuando os hacéis las difíciles....pero hoy tengo mucha hambre. ¡¡¡Abre la maldita puerta!!!

¿Hambre? Las ideas que aquella palabra despertaban en su mente la aterrorizaron aún más. Estaba claro que si salía con vida de allí necesitaría respuestas.

Volvió a mirar la ventana. Se envolvió la mano en un trozo de papel y la golpeó. Como era de esperar lo único que consiguió fue un dolor horrible en los dedos.

Un nuevo golpe en la puerta.

-¡¡Abre la mald...-

El grito se quedó a medias. Hana agudizó el oído y escuchó su nombre. El corazón le dio un vuelco. Era imposible. Hacía pocos minutos que había hablado con Josh y ahora la llamaba a escasos metros.

Se quedó en silencio por si había sido una alucinación. De golpe se oyó un estruendo en la distancia y el sonido de cristales rompiéndose. Volvió a esconderse detrás de los paquetes intentando controlar el llanto que ahora se dividía entre el miedo y el dolor en los dedos.

Se oyeron más golpes y cosas que caían y se rompían. Después, nada.

Hana dejó de sollozar intentando escuchar algo más. Unos pasos en el pasillo le encogieron el corazón.

El pomo de la puerta empezó a girar pero la mesa seguía bloqueándola.

-¿Hana?-

-¿Josh?-

-Soy yo, abre la puerta. Ya no hay peligro.-

La chica se levantó con esfuerzo. Notaba todos los músculos entumecidos. Apartó la mesa como pudo y abrió la puerta.

Josh estaba allí con la camiseta a jirones y un corte en el pecho. Le costó mucho no tirarse a sus brazos y llorar hasta quedarse seca.

-¿Estás bien?-

Hana negó con la cabeza mientras intentaba no volver a sollozar.

-Creí que...dios....no puedo dejar de temblar...-

-Cálmate. Todo va ir bien. La ayuda está en camino.-

Levantó la vista. El chico estaba delante de ella, mirándola con los ojos de una azul intenso. Había deducido que cuando usaba alguna de sus habilidades, el cambio en la tonalidad de sus iris era el resultado. Tenía un semblante serio y alerta, como si esperara algún ataque por sorpresa. De manera instintiva se había colocado de forma que podía ver todo el pasillo y tener el área controlada. Respiraba con total normalidad y si no fuera por la sangre, nadie diría que acababa de pelearse. Hana sentía un nudo en el estómago y miles de emociones revoloteando. Fijó la vista en el torso enrojecido que asomaba por el agujero en la camiseta y se preocupó.