-- Capítulo 8 --

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¡Hola!

Os dejo otro capi. Este es cortito pero quería dejarlo así.

 El siguiente será más largo y empezará la acción ;)

Xitos!

P.D: Gracias por los votos y comentarios.

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El recuerdo de lo acontecido el partido de básquet la persiguió durante el resto del día y cuando llego a casa aun podía saborear el resto de aquel extraño olor que la había dejado confundida y descompuesta. Se masajeó las sienes con fuerza intentando que remitiera el dolor de cabeza que amenazaba su celebro con miles de agujas que cada vez, se clavaban más y más.

Se sentó en el sofá del pequeño salón que compartía con una lagarto y un canario. Se cogió la cabeza con las manos y se hacho hacia delante con los ojos cerrados. Repasando cada uno de los instantes de aquel interminable día, desde el encontronazo con Josh, hasta el momento en que había perdido el norte durante un segundo en las gradas. Recordó la manera como le había hablado al chico que casi le arranca la cabeza con la pelota. Sí, era para reaccionar como lo había hecho, pero ella no solía salir con esas borderias.

Levanto la vista lentamente y se encamino a la cocina en busca de aspirina para ver si así conseguí mitigar la migraña que le estaba haciendo tambalearse. Con lentitud llego al cajón de los medicamentos y se hecho la pastilla al boca. Cogió un poco de agua fría de la nevera y se la tragó. Después se apoyo en la encimera con las dos manos y espero a que hiciera efecto.

Cuando notó la mejoría se fue directa al ordenador. Aun tenía que acabar de retocar el trabajo de historia para poder entregarlo al día siguiente y así poder librarse de la única cosa que la mantenía en contacto con Josh Mills.

Poco después de la medianoches estaba agotada. Ya no le dolía la cabeza pero le escocían los ojos por las horas que llevaba ante el ordenador, así que decidió irse a la cama. Madrugaría para imprimirlo. Justo en ese momento le vino a la mente la frase del profesor "Tenéis que entregarme el trabajado juntos, no quiero que nadie se escape de pasar por mi despacho ¿entendido?"

Se quedo mirando uno de los bolígrafos que había sobre el escritorio mientras su celebro llegaba a la conclusión de que tenía que quedar en alguna hora con su "compañero de trabajo". Cogió el móvil y se paso 5 minutos pasando el dedo sobre el teclado mientas en la pantalla parpadeaba el nombre del "Josh el estúpido" Se le escapo una pequeña sonrisa al leerlo. Poco original, pero muy acertado. Al final tecleó un escueto:

"Mañana a las 11:00 en la puerta del profesor Sanz para lo del trabajo"

Quiso añadir alguna cosa más, como por ejemplo que así podría librarse de él o que por fin había llegado el momento de terminar con todo aquel asunto, pero prefirió ser políticamente correcta. Se quedo mirando la pantalla durante unos segundos pero ni siquiera aparecía la señal de que el mensaje hubiera sido leído Bufó mientras volvía a presionar las teclas.

"Yo estaré allí"

Lo envió y tiro el móvil sobre la mesa. No pensaba quedarse esperando una respuesta.

Se levantó, se puso el pijama y se metió en la cama sintiéndose totalmente agotada. No tardo ni cinco segundos en caer rendida al sueño.

Un montón de imágenes se acumulaba en su cabeza sin tener ningún sentido. Un cortina roja, uno zapatos de tacón tirados en medio de un callejón, el incesante tintineo de una lámpara en el techo y de golpe un grito corto que parecía provenir de algún lugar detrás de ella. Sentía sus sentido totalmente alerta y de pronto todo se volvió oscuro. Una oscuridad que la engullía aplastándola, robándole el aire de los pulmones hasta que sólo escuchaba pequeños jadeos provenir de ella misma.

La vibración del móvil sobre la mesa, la despertó, liberándola de aquella pesadilla. Se irguió en la cama y se cogió al cabeza, adolorida y aturdida por la el cambio súbito de posición

-Joder...

Se estiro sobre la cama para poder coger el teléfono y ver qué era lo que la había salvado. Hizo una mueca al ver el nombre de la persona que le había enviado el último mensaje.

"Que sea a las 11:30"

Miró el reloj, eran las tres de la mañana. ¿En serio pensaba que podía retrasar la hora por haber estado de fiesta o vete tú saber? Apretó el móvil con las manos y tecleó con rapidez.

"No. Las 11:00"

"¿Estas despierta?" Aquello no se lo esperaba, así que tardó unos segundo en responderle

"Me has despertado"

"Pobrecita..."

Bufó.

"Estúpido, arrogante...niñato engreído" Borró aquel mensaje sin enviarlo

"Nos vemos mañana a las 10:30. No se te ocurra llegar tarde o le diré al profesor que no querías venir por estar con resaca" Click en ENVIAR.

Actoseguido apago el teléfono dejándolo sobre la mesita. Se metió debajo del edredóny con una sonrisa triunfante en la cara volvió a quedarse dormida. Esta vez no soñónada. 


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