¡¡Hola!!
Aquí os dejo un nuevo capi. El viernes fue mi cumple y no quería acabar el finde sin actualizar para celebrarlo :)
Espero que os guste.
Quizás pronto veáis otro cambio de portada jijiji.
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Parecía que se lo había tomado al pie de la letra lo de que no quería ningún niñero porque no vio a Josh durante toda la semana siguiente. En realidad hubiera empezado a dudar de todo los sucedido si no fuera por los sueños, o pesadillas mejor dicho. Cada noche se levantaba empapada de sudor con un grito en la garganta y el corazón desbocado. Había veces que no recordaba casi nada de lo que había soñado y otras sólo ciertos detalles; el tacto de una sábana de seda, el frío en los huesos de un oscuro callejón, el sabor de sangre en los labios...
Y al final dolor, una punzada que le atravesaba el pecho y la dejaba casi sin respiración durante unos segundos.
Empezaba a pensar que, durante algún momento del fin de semana pasado, la habían drogado y aún sentía los efectos.
Se acercó a la puerta de la facultad cargando con un millón de libros, justo en el momento en que Liv salía de su última clase.
-¡Hola!-
-Hola...-
-Te ves fatal chica.-
Había veces que odiaba esa sinceridad desbordante.
-Gracias-
-¿Qué te pasa?-
Durante unos segundos se vio tentada a contarle todo los sucedido, pero estaba demasiado agotada para un interrogatorio y aún más para intentar que no la vieran como una loca.
-No estoy durmiendo muy bien últimamente...-
-¿Es por el examen de historia? Seguro que sacas una súper nota. No te preocupes. Por cierto esta noche te espero en mi casa para ir de fiesta. Me lo prometiste.
La última frase fue acompañada de un aleteo de pestañas en un intento de convencerla. Levanto la cejas mientras acomodaba todos lo que llevaba en las manos.
-No te prometí nada. No intentes timarme. -
Liv abrió la boca para replicar pero no le dio tiempo.
-Dicho esto. Estaré sobre las 23:00 en tu casa.-
La cara de la chica se iluminó con una sonrisa que hubiera enamorado al más frío de los corazones. Eso es lo que tenía Liv, no era particularmente guapa pero tenía una sonrisa encantadora.
-¡Perfecto! ¿Dejarás que te ponga algún vestido?-
-No tientes a la suerte querida.-
-Vale, vale. Me conformo con que vengas. ¡Me tengo que ir, nos vemos luego!-
Se aseguró el bolso y salió disparada hacia el parking.
Hana se quedó mirando cómo se alejaba su amiga pensando de dónde sacaría las fuerzas para aguantar toda la noche de fiesta. Aún así no se arrepentía de haber aceptado la invitación. Todo por unas horas lejos de las pesadillas.
El día pasó entre largas clases, dónde se dejaba la muñeca intentando apuntar todo lo que decían los profesores. La última era historia en la que coincidía con Josh. Se quedó mirando la puerta, con el corazón acelerado y sintiéndose idiota. Estaba nerviosa y a la vez asustada. ¿Y si insistía con el tema? Ella no quería saber nada de nada. Es más, deseaba olvidar todo lo sucedido de un plumazo. Pero por más que lo intentaba, por más que se esforzaba en volver a su vida normal, algo en su interior era diferente. No sabía el que ni como, pero esperaba poder ignorarlo el suficiente tiempo hasta que desapareciera.
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Infectada
FantasyHana lleva toda la noche esperando a que su compañero de universidad, Josh Mils, le envíe su parte de un trabajo muy importante, pero cuál es su sorpresa cuando lo pilla de fiesta eludiendo sus responsabilidades estudiantiles. Hana sale de casa deci...