Infectada

-- Capítulo 13 --

Abrió la puerta casi esperando que todo hubiera sido una ilusión. Que todo lo vivido en las últimas horas hubiera sido una pesadilla demasiado larga.

Volvió a cargarse el bolso al hombro y un latigazo de dolor le recorrió todo el cuerpo. La herida en la espalda le recordó que todo real.
Cerró la puerta y soltó todo lo que llevaba en las manos. Se quedó de pie mirándose en un pequeño espejo con forma de estrella. Estaba pálida y tenía ojeras. Podría pasar por una chica que había estado toda la noche de fiesta, pero por desgracia, no era el caso.
Empezó a andar en dirección a la cocina. Necesitaba un Colacao. Siempre que tenía un mal día ( y aquel había sido desastroso) se tomaba una taza de leche chocolateada bien caliente.
Se tomó su tiempo para prepararlo y deshacer todos los grumitos sentada en el taburete que tenía en la barra de la cocina americana. Tenía la cabeza embotada e intentaba pensar en tantas cosas a la vez que se saturaba y acaban centrada en ver como el polvo de chocolate flotaba sobre la leche.
Nunca había pensado en vivir algo como aquello. El ataque del loco del vestuario ya hubiera bastado para crearle un trauma pero ahora no tenía claro que es lo que había sido peor. Aún así tenía que reconocer que aunque de una forma totalmente carente de sensibilidad Josh la había salvado de algo que jamás habría podido superar. Si no hubiera abierto la puerta a tiempo y aquel chico hubiera seguido con sus intenciones... Le fastidiaba admitir que en esa parte le debía un gracias al rubio engreído.
De golpe y antes de que su mente llegara a la conclusión, su cuerpo ya había reaccionado saltando del taburete. Tuvo la suerte de no derramar nada. Cogió la taza y salió disparada hacia el ordenador.
¿Qué demonios podía decirle al profesor para justificar que no hubieran entregado el trabajo?
Seguramente si le contaba la verdad la encerrarían en un manicomio y tirarían la llave al mar.

Empezó a retorcerse un mechón de pelo de forma compulsiva.
Tenía abierto el correo electrónico con el campo "texto" totalmente en blanco. ¿Y si no les dejaba entregarlo?
Se humedeció los labios nerviosa.
Volvió la cabeza y vio su bolso aún tirado en el suelo de la entrada.
Podría llamar a Josh y pensar alguna excusa creíble o al menos ponerse de acuerdo en que decir y que no los pillaran mintiendo.
La simple idea de llamarlo le contrajo el estómago. Después de cómo había salido de esa casa, ella no quería sabe nada más de ellos pero seguro que Josh tampoco se alegraría de oírla
Soltó el mechón de pelo y paso a pellizcarse el labio inferior con los dedos.

Vale Hana. Tienes que hacer algo.

Cogió aire con fuerza y buscó su teléfono. Tenían que ponerse de acuerdo en la excusa para que el plan funcionará y pudiera esquivar el que sería el primer cero de su vida. Imaginarse el suspenso en su expediente le ánimo a realizar la llamada.
Esperó que sonara una, dos, tres veces. Con cada tono el latido de su corazón se acelerará hasta que podía oírlo en su sien.
Al final saltó el contestador. Se apartó el aparato de la oreja y lo miro como si fuera una especie de monstruo. ¡Tantos nervios para nada!
Volvió al escritorio y se quedó pensando una buena excusa, cuando sonó la musiquita que tenía puesta para los mensajes de texto.
Desbloqueo la pantalla y notó como el corazón se le saltaba un latido.
Era un sms de Josh.
" He visto tu llamada. Intenta que no te de un infarto porque el trabajo está entregado."

Se quedó perpleja. Lo había adivinado todo, el motivo de porque le había llamado y que estaría al borde de una taquicardia.
Lo había vuelto a hacer. A su manera, había vuelto a salvarla.
Estuvo más de una hora pensando que contestarle o si optar por no decirle absolutamente nada.
Estaba loco, él y sus amigos. Como cabras en realidad, además la habían retenido contra su voluntad para soltarle nada más que majaderías, pero no le habían hecho daño, al contrario.
Con los dedos seguía repasando las teclas del móvil dudando que hacer.
Su madre siempre le decía que la educación por delante así que le contesto clara, concisa y educada.
"Gracias"