Capítulo 13 - Festival Académico

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December 15, 2008 -  The day that should never have existed

Memories of the past...
El mundo real siempre ha sido un misterio para mí, un concepto abstracto que intento descifrar desde mi habitación en la Sala Blanca. Paso mucho tiempo analizando lo que me enseñan aquí, y aunque mis percepciones parecen oscuras y pesimistas, sé que no todo puede ser tan sombrío. A veces me pregunto si las cosas serían diferentes si tuviera la oportunidad de hablar con otros niños de mi edad, como lo haría cualquier niño de tres años. Pero aquí no hay lugar para conexiones humanas, solo para el aprendizaje.

De pronto, mis pensamientos se interrumpen. No necesito voltear para saber que es él, mi padre, Atsoumi Ayanokoji. Algo en su presencia lo delata, y sin embargo, hay algo extraño en su tono hoy.

—"Hola Kiyokata, ¿cómo estuvo tu día?" —su voz es calmada, estoica como siempre.

—"Igual que siempre, aprendiendo más rápido." —respondo, notando que su traje negro contrasta con la blancura de mi habitación.

Sin decir una palabra, él se da la vuelta. No necesito que me lo pida, sé que debo seguirlo. Mientras caminamos, extiende su mano, algo inusual en él, pero la acepto de todos modos. Juntos, nos dirigimos al área donde se observan a los demás niños de la Sala Blanca. Mi mirada se detiene en Yuki y Shiro, dos niños tan avanzados como yo.

—"Dime, ¿cuál es la diferencia entre Shiro, Yuki y tú?" —pregunta, mirando hacia los otros niños.

—"Ellos solían ser superiores, pero me adapté. Ahora los he superado." —digo con firmeza, mis ojos aún en ellos.

—"Correcto. Lo que te diferencia de ellos es tu capacidad de adaptación. Ellos son genios, sí, pero tú eres más. Eres parte de algo más grande, algo que he creado." —sus palabras son un recordatorio de las expectativas que tiene sobre mí.

Sé que, para él, no soy más que una herramienta, un experimento que no puede fallar. Un error y seré desechado, como tantos otros antes que yo.

Continuamos caminando, y aunque no sé exactamente a dónde nos dirigimos, puedo sentir que algo importante está por suceder. Llegamos a una sala llena de personal, y en el centro, 150 personas están atadas y vendadas. El miedo es palpable en sus ojos.

—"Veamos si realmente has aprendido. Quiero que mates a cada uno de ellos." —dice mientras me entrega una daga. —"Recuerda esto, Kiyokata: para conseguir algo, a veces hay que desechar otras cosas. No importa cómo lleguemos a la meta, solo que lo logremos."

Observo el cuchillo en mis manos. Es afilado, letal. Con un solo movimiento, podría acabar con cualquiera de esas personas. Pero… ¿es eso lo que debo hacer? ¿Es realmente necesario matar para avanzar?

Atsoumi se acerca de nuevo, susurrándome al oído como si fuera un padre comprensivo. —"Después de esto, no serás un psicópata. Solo alguien que ha hecho algo malo. Eso es todo."

Me acerco lentamente a la primera persona. Está aterrada. Siento una extraña necesidad de recordar su rostro, así que le quito la venda. La mirada en sus ojos me dice que no puede comprender cómo un niño es quien va a acabar con su vida. Antes de que pueda decir algo, deslizo el cuchillo por su cuello. La sangre brota como de un grifo roto, tiñendo mi ropa blanca de rojo.

En busca de la Libertad | Ayanokoji x IchikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora