En busca de la Libertad | Ayanokoji x Ichika

Capítulo 15 - ¿Conexión de pequeños?

El recuerdo más importante de mi vida. Es el único que no puedo recordar...

October 21, 2009 - Who are you?

Ayer fue mi cumpleaños. Yuki me dijo hace unos años que este día debería ser especial. Me habló de cómo la gente suele celebrarlo rodeada de familia y amigos, con un pastel, una vela y un deseo.

Pero yo no tengo ni familia, ni amigos, ni pastel, y tampoco un deseo en mente, así que esa experiencia de cumpleaños no significa mucho para mí. Tal vez sólo es un recordatorio de que me quedan menos años de vida.

Parecía que este cumpleaños no sería diferente. Curiosamente, no había nadie vigilando fuera de mi habitación, ni se escuchaban pasos a 10 metros. Extraño, ya que siempre me tratan como a un criminal, a pesar de que sólo soy un niño de cinco años.

Hoy no hubo pruebas, ni actividades, ni el menor sonido del canto de aves o del viento; todo estaba inquietantemente silencioso, de llevarme al mundo de los muertos. Pero no, frente a mí estaba una niña de ojos amarillos y cabello color carmesí.

Parecía un año menor que yo. Nunca había visto a alguien de otra generación en este lugar, y sin embargo, aquí estaba, frente a mí. Había más dudas que respuestas en ese momento.

—"¿Sabes? Es fácil robar cosas aquí; las personas tienen mala memoria y peores sentidos. Al fin te encuentro." —dijo, divertida, girando con el dedo la llave de mi puerta.

—"¿Qué haces aquí, y cómo lograste salir de tu habitación?" —pregunté, mirándola con indiferencia.

—"Fácil. Noqueé a la persona que vigilaba mi puerta y fabriqué una réplica de mi llave solo con verla" —respondió, burlona.

Cualquiera en su lugar sería expulsado por algo así. Pero no estaba aquí solo por admiración ni para felicitarme por ser “el mejor en la sala blanca."

—"Como no hay nadie que nos moleste, ¿hacemos algo divertido, Kiyokata Ayanokoji?" —dijo, tomando mi mano para llevarme con ella.

Una voz en mi cabeza me advertía que esto acabaría mal. Pero, en el fondo, deseaba salir de esa habitación. Aquí se pueden aprender muchas cosas… tal vez esto sea una de ellas.

—"Claro, acepto…" —dije, y ella me llevó a toda velocidad mientras cerraba la puerta de mi cuarto.

Nuestros pasos resonaban en el pasillo, pero la alarma no sonó. Las cámaras de seguridad no se movían. Todo parecía tan irreal, como un sueño, pero era la realidad.

—"¿Cual es tu nombre?" —Dije mientras aún me llevaba tomado de la mano.

—"Ichika Amasawa, espero que ese nombre quedé para siempre en tu mente." —Dijo de una manera traviesa, mientras aún mantenía su velocidad.

Corriendo por el pasillo, el eco de nuestros pasos resonaba como un latido constante en medio de ese vacío. Ichika no parecía tener ni un atisbo de miedo, a pesar de que cualquier ruido o movimiento podría traer consecuencias graves. Su risa, baja y casi contenida, era lo único que rompía el silencio.

De repente, nos detuvimos frente a una sala desconocida para mí, un rincón del lugar que no reconocía. Ichika revisó la cerradura rápidamente, y tras unos segundos de un hábil juego con las llaves, abrió la puerta y me hizo una seña para que entrara. Dentro, el cuarto era apenas iluminado, con una pequeña ventana por la que se colaba un rayo de luz pálida.