08

454 55 1
                                    

Había pasado una semana desde la última vez que había visto a Katsuki, después de ese día en el hotel, solo lo había visto unos pocos minutos antes de que abordará el avión de vuelta a Japón.

Por el mismo motivo, con tal de contener la ansiedad de su lobo por tener al alfa cerca, se había sumergido en su trabajo.

Justo en ese momento, presenciaba a los nuevos modelos.

— ¿Y bien? — preguntó uno de los encargados del entrenamiento de los nuevos. — Falta mejorar algunas cosas, pero están bastante bien.

Izuku asintió sin dejar de ver atentamente a todos dentro de esa sala rodeada de espejos. A pesar de a ver dado una respuesta positiva no parecía muy conforme.

Se dispuso a levantarse, caminando hacia la salida en completo silencio, se giró una ves más, mirando hacía Momo, su entrenadora de confianza.

— Elige a tres, tienes dos días para mostrarme su mejora, si logran convenserme, serán parte de la nueva campaña.

Y con eso salió, dejando a todos con el corazón en la boca. Momo hizo que todos se retiraran, en una hora llamaría a los tres candidatos, era algo que debía pensar seriamente.

🔸

Se estaba formando un pequeño caos en la agencia, incluso gente que solo pasaba se detenía para ver cómo ese guardia impedía el paso del niño.

— Ya le dije que necesito ver al CEO — repitió, ya algo cansado.

Pero el guardia no sederia, no estaba permitido el ingreso de alfas a menos que tengan autorización directa del CEO. Cosa que no había obtenido, había mandado a alguien a preguntar, pero aún no obtenía respuesta. Su segundo día estaba siendo desastroso.

— Señor, ya le dije que tengo autorización. — repitió por quinta vez, la gente ya estaba sintiendo pena. — ¿Eres nuevo?, llama al jefe de seguridad.

— ¿Me mandabas a llamar? — dijo otra voz de fondo, ya que el guardia no había respondido a nada.

— Por supuesto, este grandulon no me deja pasar. Al parecer quiere perder su trabajo.

El jefe de seguridad no pudo evitar reír, el joven Ikuto siempre bromeaba con lo mismo, no era la primera vez que pasaba algo así, incluso a él le pasó, el no conocer el hijo del CEO era un problema.

Por otra parte, el guardia se puso algo tenso al ver con la familiaridad con la que hablaba ese niño con su jefe directo.

— Sentimos mucho estos inconvenientes nuevamente, joven Ikuto.

El alfa termino bufando divertido, Tokoyami le caía bien. — ¿No creen que deberían implementar el presentar no se, una foto mía a los nuevos?

— Tienes razón, lo voy a mencionar en la próxima reunión. Pero primero, déjame presentarte, Yoshida, el es Ikuto, el hijo del CEO, joven Ikuto el es Yoshida, empezó ayer.

Ikuto asintió aún algo resentido, pero debía admitir algo. — Al menos fuiste firme, no dejes entrar a ningún alfa, mucho menos que se acerca a mi madre.

— Sí, joven Ikuto. — reverencio el guardia, relajando el cuerpo, ese niño no parecía tener más de trece años pero de alguna u otra manera imponía incluso sin saber quién era.

— Bien..., quiero ver a mamá, necesito hablar con él.

🔸

Izuku se encontraba en una reunión por zoom con una diseñadora de moda, las nuevas propuestas eran realmente interesantes.

Coincidencia Marcada Por El Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora