Capítulo 4: La velocidad no es lo mío

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Viernes. 22:30.

Debería estar rumbo a la fiesta de alguien pero en lugar de eso estoy cenando con un montón de hombres.

Una mesa larga llena de mecánicos y otras personas que ni conozco. Todos hablando de temas que estudiaré en la universidad, ni he empezado y ya quiero acabar. Además no había ni una sola chica. Claro, yo era la única.

Mi padre charlando con unos chinos, algunos reían y otros discutían un poco pero lo único que yo hacía era jugar con el pedazo de pollo que había en mi plato. Había una silla vacía en frente mío que fue ocupada por Valentino, otra vez. Me estaba encontrando mucho con él.

Parecía que se acababa de bañar por que su cabello estaba mojado.


-Podría jurar que todas las veces que te he visto has estado igual de aburrida- habló y levanté mi mirada.

-¿Eh? - solté. Ahora si parecía retrasada.

-Esto, no es lo tuyo ¿o sí? -preguntó arrugando un poco su entrecejo.

-La verdad que no- admití poniendo mis manos sobre la mesa.

-¿Y qué es lo tuyo?- preguntó.

-Cualquier cosa, salir, divertirme, los coches... - inventé.

- ¿Los coches? No me digas que no tienes ni idea de lo que es una moto pero de coches lo sabes todo -- dijo riendo.

- Pues se podría decir que sí -- reí -- voy a estudiar ingeniería mecánica para así algún día conocer a mi crush.

- ¿Tu crush? No hace falta, ya lo tienes enfrente tuyo -- me guiñó un ojo con una sonrisa pícara.

- ¿¡Tú!? Ni soñarlo, nunca podrás superar a Alonso -- hablé intentando asimilar lo que me acababa de decir.

- ¿Alonso? ¿Fernando Alonso? Pero si es un viejo -- dijo esperando mi reacción.

- Habló el más indicado -- le miré desafiante. 

 -¿Quieres salir a tomar el aire? Antes de que quieras lanzarme un ladrillo a la cabeza - cuestionó el rubio frente a mí.

-¿Con quién? ¿Contigo? -hablé confundida. La verdad él no parecía el tipo de chico que se divertía.

-No, con Fernando Alonso. ¡Claro, conmigo! - comentó y miré a todos los chinos a mi alrededor y claro, a mi padre.

- Bueno... Hasta que le conozca tendré que conformarme con esto - me burlé y rió.

-Entonces... ¿a que esperas? Pienso asegurarte que soy mejor que él -arqueó una ceja luego de preguntar.

-Salgamos - dije con valentía.


Cogí mi móvil y nos pusimos de pie. Antes de salir del comedor del hotel le eché un último vistazo a mi padre que ni siquiera notaba que me había ido de la mesa. Reía junto a los hombres de azul.

Salimos fuera del hotel y la adrenalina me llenó.

El aire agitó mi cabello.


-¿A dónde vamos? ¿Conoces éste país? - pregunté cuando comenzó a caminar.

-Algo así - dijo y su respuesta no me tranquilizó en lo absoluto.

-¿Cómo que "Algo así"? - me alteré intentando seguirle el paso.

-Bueno, conozco un lugar - comentó desinteresado.

-¿Un lugar? - quise saber. Pero él no dijo nada más. -Nada mal, un lugar, un lugar - hablé para mi misma. Llena de nervios.


Más rápido que el viento - Fernando Alonso & Valentino Rossi X TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora