Capítulo 23: Un pajarito

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Narra Fernando:

Seguí mirando el móvil esperando alguna contestación de parte de ______ pero al final solo me dejó en visto y se desconectó.

—Joder... No puede ser... soy un idiota —dije en voz alta mientras dejaba el móvil en la mesa de la cocina.

Sabía que me había pasado mandándole esos mensajes pero mis celos no me dejaban vivir. Ella no tenía la culpa de nada, de hecho era toda mía. Yo había sido quién le había estado ignorando, pero era por una buena razón, la cual no le diría a ________ porque mi orgullo me lo impide.

La razón por la que actuaba así era por una serie de razones. Al día siguiente de ir al hospital para que me curasen las heridas que me había hecho ese idiota me dispuse a llamar a _______ para pedirle perdón por como me había comportado en la cena. 

Yo me encontraba en la habitación del hotel viendo la televisión. Justamente cuando me iba a disponer a llamarla salieron unas imágenes de ellos dos muy pegados, sonriéndose y lo peor, ellos dos a escasos centímetros de darse un beso. 

Ya llevaba unos días pensando en si a ella le gustaría Rossi pero..., no me esperaba que después de la pelea se fuese con él, sobretodo sabiendo que había sido el culpable de todo. 

Intente calmarme de mil formas posibles, pero fue en vano, ver las imágenes de ellos dos juntos era prueba suficiente para ver la realidad. Empecé a sentirme traicionado, y eso que no habíamos tenido nada oficial, aunque para mi prácticamente ya lo era. ¿Cómo se atrevía esa niñata a dejarme a mi, al mismísimo Fernando Alonso? 

Mi ego y mi orgullo estaba completamente herido, así que esa llamada de arrepentimiento pasó a ser algo que nunca llegaría. Cuándo ella me llamó y escribió varias veces para saber como estaba lo único en lo que podía pensar era en cómo Valentino le estaría engañando usando sus putos sucios de seducción. ¿Qué coño tenía él que yo no tuviese? 

Esa misma noche, cuando estaba ya en España, en mi casa, preparándome la cena decidí enviarle unos mensajes. Quería pedirle perdón pero mi orgullo me lo impedía. Le envié lo que sabía que le iba a sentar peor, que le incriminase estar con Valentino. Todo por despecho y venganza.

Esa es la situación actual en la que me encuentro, y yo no pienso pedirle perdón. Aunque... ¿y si al no hacerlo la pierdo definitivamente?

Me senté en el suelo y me puse las manos en la cara. No sabía si reír o llorar. 

Era un idiota, un completo idiota. Puto orgullo, si no fuera por él viajaría hasta donde esta ella ahora y le diría todo lo que siento. 

Empecé a llorar de la impotencia, y tan pronto cómo me di cuenta me levanté y fui a por las botellas de vino. Solo tenía una cosa clara, me iba a emborrachar como nunca, no quería recordar nada.


Narra ________:


Hace media hora que estaba despierta, con mi teléfono, en mi cama. Fingiendo estar dormida. Sabía que hoy mis "amigos" me habían organizado una pequeña fiesta para celebrar mi ingreso a la universidad.

—¿Se puede? — escuché tras la puerta la conocida voz de Ester.

— Adelante —le di permiso.

—¡Felicidades Universitaria!—corrió hacia mí y se tiró encima para abrazarme.

Había peleado con Ester la última vez que nos vimos, pero era mi amiga de la infancia. Y se comportaba como una tonta cuando estaba su prima. Cuando estábamos a solas era dulce y cariñosa.

Más rápido que el viento - Fernando Alonso & Valentino Rossi X TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora