Al día siguiente, el sol entraba por la ventana bañando la habitación en una cálida luz. Me desperté con Fer a mi lado, aún profundamente dormido. Su respiración tranquila me hicieron sonreír. La noche anterior había sido mágica, y ahora me sentía más unida a él que nunca.
Me levanté con cuidado para no despertarlo y me dirigí al baño. Mientras me cepillaba los dientes, mi mente repasaba los sucesos de la noche anterior una y otra vez. Estaba emocionada, y para que mentir... con ganas de repetir.
Al salir del baño, me encontré con Fer sentado en la cama, frotándose los ojos con sueño.
—Buenos días, abuelete —dije con una sonrisa mientras me acercaba a él.
Fer bostezó y me miró con cara de circunstancias. —¿Cómo que abuelete? -- hizo un mohín y cruzo los brazos.
—Es una broma -- me reí -- venga no te enfades -- le di un sonoro beso en los labios.
Fer aprovechó el momento para cogerme de la mano.
—¿Te apetece enseñarme la ciudad? —respondió Fer levantándose de la cama mientras yo afirmaba con la cabeza—. Dame unos minutos para ducharme y estaré listo.
Mientras Fer se preparaba, aproveché para mirar mi teléfono. Había varios mensajes de Valentino preguntando por mí. Un ligero sentimiento de culpabilidad se apoderó de mí al recordar que no había respondido a ninguno de sus mensajes desde la noche anterior. Decidí enviarle un mensaje rápido para disculparme por no haber contestado antes y prometí que hablaríamos más tarde. En esos momentos no me apetecía decidir sobre el futuro de la relación con Valentino.
[...]
Después de desayunar en un acogedor café cerca de mi casa, Fer y yo nos dirigimos a dar un paseo por las calles de la ciudad. Caminamos sin rumbo fijo, cogidos de la mano mientras hablábamos de cualquier tema.
Durante nuestro paseo, mi móvil comenzó a sonar. Era Valentino...
—Ey _______, ¿Dónde estás?—dijo Valentino con entusiasmo.
Fer me miraba atento intentando descubrir quien era.
—Ho- Hola, Valentino. —reí nerviosa- Estoy en la calle ¿por?
Miré al asturiano, el cual se había tensado al escuchar el nombre de la persona con la que estaba hablando.
-Déjame hablar con él -me dijo susurrando y yo negué con la cabeza.
-Tengo una sorpresa para ti, ve a tu casa -dijo muy ilusionado y colgó.
¿Una sorpresa para mi?¿Qué sorpresa sería si él estaba en Italia? Valentino me dejó con la palabra en la boca y con la mente en blanco, hasta que me di cuenta que tenía a Fer mirándome de una manera muy penetrante.
- ¿Qué quería?- dijo muy serio - Deberías haberme dejado hablar a mi.
- ¿A ti por qué?¿Es tu móvil o qué?- me puse a la defensiva, nadie me podía decir lo que tengo que hacer - Solo quiere darme una sorpresa, ha dicho que vaya a mi casa.
- Pues no vas a ir, y si vas va a ser conmigo
¿Cómo? ¿Pero este de qué va? Sentí rabia inundar todo mi cuerpo.
-¡Yo hago lo que me da la gana! ¡Si quieres venir bien y si no también! - Fer me miró con un gesto sorprendido. Con lo bien que habíamos empezado el día y lo mal que lo íbamos a acabar...
[...]
Después de una larga discusión de camino a mi casa en la cuál Fernando no paraba de intentar convencerme de que no fuese, éste se dio por vencido, lo que generó un silencio muy incómodo entre los dos. Ya no había risas, ni abrazos, ni besos...
Cuándo comenzamos a entrar en la zona del jardín pude ver la silueta de Valentino a lo lejos. Cualquiera que nos hubiese visto podría decir que Fer iba a echar a correr en cualquier momento.
- Anda... ¿Qué haces tu aquí, abuelo? -- dijo con sorna, mientras Fer apretaba los puños -- Ahhh... ya lo sé... _______ ¿Vas a llevarlo a una residencia, a qué si? Si es que a esas edades ya no se puede hacer mucho más...-- y empezó a reír. Sinceramente, tuve que aguantarme la risa, aunque no debí disimular muy bien porque Fer me fulminó con la mirada.
-Lo que hay que oír... -- dijo indignado. No se le veía muy feliz la verdad.
-Bueno... si me disculpas, hay un asuntillo que tengo que hablar con _________ -- me miró Valentino sonriente - Tengo una proposición muy importante que hacerle ¿Sabes?
-¡________, no lo soporto más! Haz el favor de irte de aquí - se dirigió a Valentino poniéndole el dedo indice en el pecho de manera amenazante.
Valentino me miraba con una sonrisa expectante mientras Fer lo encaraba con furia contenida. La tensión en el aire era palpable y yo me sentía atrapada en medio de la disputa.
—Fer, por favor, cálmate —intenté intervenir, pero él parecía estar completamente fuera de sí
—No pienso calmarme, _______. Este tipo no tiene ningún derecho a...
—Fer, ya es suficiente —interrumpí, poniéndome entre él y Valentino—. Por favor, entra en mi casa, dentro de un rato iré yo. Necesito hablar con Valentino a solas y que te relajes.
-Que me relaje dice... lo que hay que oír...-- Fer me miró con incredulidad, pero finalmente asintió con resignación. Sin decir una palabra más, se dio media vuelta y se alejó a paso rápido, dejándonos solos en el jardín.
Valentino me observaba con una mezcla de diversión y expectación. Suspiré, tratando de calmarme antes de abordar el tema.
—Lo siento por eso, Valentino. Fer puede ser un poco... impulsivo —dije, buscando las palabras adecuadas.
—No te preocupes, signorina. Si ya sabes que me divierte mucho poner de los nervios al abuelo —respondió Valentino riéndose, pero de repente cambió a un semblante serio e incluso nervioso —. Tengo algo importante que decirte.
Mi corazón empezó a latir más rápido ante la mención de algo "importante" viniendo de Valentino.
—¿Qué pasa, Valen? —pregunté, sintiendo un nudo en el estómago.Valentino tomó mi mano entre las suyas y me miró directamente a los ojos.
—He estado pensando mucho en nosotros y en lo que quiero para nuestro futuro —comenzó, con una expresión seria en su rostro—. Y he llegado a una decisión.
Mi respiración se detuvo por un momento mientras esperaba ansiosamente sus palabras.
—Quiero que vengas a Italia conmigo. A mi casa, durante una semana. Quiero que pasemos tiempo juntos, lejos de todo este drama. Quiero que podamos estar juntos sin preocupaciones, solo tú y yo —declaró Valentino con determinación.
Me quedé sin aliento ante su propuesta. Una semana en Italia, con Valentino... sonaba tentador, pero también complicado. ¿Qué significaría eso para mi relación con Fer? ¿Y qué significaría para mi relación con Valentino? ¿Y su novia? ¿Acaso lo había dejado con ella? Valentino esperaba mi respuesta con expectación, y yo me sentía atrapada en un mar de emociones y decisiones difíciles.
No es mi mejor capítulo peeero está bien para después de tanto tiempo :)
He tenido mucho trabajo durante estos meses, ya lo siento por no haber podido actualizar... pero bueno, por lo menos hoy he podido subir.
Graciaaaaas por leeer
Si comentáseis o votáseis me haríais muy feliz :)
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Más rápido que el viento - Fernando Alonso & Valentino Rossi X TÚ
Romance¿Ella? Apenas acaba de cumplir 18 y es todo lo contrario al orden. Es curiosa y atrevida, pero vergonzosa y tímida al mismo tiempo; una niñata, en simples palabras. ¿Él? Un piloto profesional de la motoGP, campeón de 9 mundiales de motociclismo. Un...