Capítulo 10: Vivirás

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El jueves tuve que madrugar para poder coger el avión con mi padre.

Eran las 03:30, yo me encontraba medio dormida entrando al avión. Me senté en el último asiento y me apoyé en la mesa, tenía demasiado sueño.

-No te duermas, _________ - la voz de Elisa hizo que abriera uno de mis ojos.

-Yo no estoy dormida - bostecé.

-Claro, estás descansando los ojos - bromeó y sonreí un poco.

Ella y Lorenzo se sentaron en los lugares de al lado. Dejando el lugar de en frente mío libre. Estaba casi dormida sobre la mesa cuando vi que dejaban una chaqueta negra en el asiento y luego unas manos se colocaron en la mesa. No tenía las energías para levantar la vista así que cerré los ojos.

-¿Le han dado un tranquilizante? - escuché y supe que era Valentino. Luego unas risas se escucharon y fue cuando me dormí.

-No me obligues a echarte agua fría para levantarte - otra vez la voz de Valentino retumbó en mi cabeza - Aunque pareces muy cómoda - noté su tono de burla y me levanté poco a poco.

-¿Qué hora es? - pregunté frotando mis ojos. Que aún seguían cansados.

-Son las 06:15 - respondió mirando el reloj en su muñeca. - Falta una hora para que lleguemos.

-¿De verdad? - me enfadé. Cuando tenía sueño siempre me molestaba todo y me volvía un poco más gruñona de lo normal.

-Sí.

-¿Y para qué me has hablado? - me quejé.

-Para que cuando bajes del avión los fanáticos no te vean con los ojos no hinchados -respondió y me crucé de brazos.

Miré a mi costado izquierdo y vi a Lorenzo y a Elisa dormidos sobre la mesa tomados de la mano.

-¿Y por qué no los despiertas a ellos? -Bufé.

-Porque ellos no me importan...

Su respuesta me dejó sin palabras, lo miré durante unos minutos pero cuando el notó mi mirada rápidamente la bajé.

-¿Queréis algo? - la azafata apareció.

-Un café para mí -me miró Valentino.

-Un vaso de leche y... una napolitana -Aclaré mi garganta ya que parecía que no me escuchaba -por favor - le pedí a la chica que forzaba su pose natural para que Valentino la mirase.

Pero no lo hizo por eso reí un poco.

-¿Qué es gracioso? - quiso saber y sonreí.

-¿No te has dado cuenta? - respondí con otra pregunta cuando la mujer ya se había ido.

-No, ¿De qué?

Sonreí con torpeza.

-De que la mujer te comía con la mirada - dije y sonrió.

-Por mi irresistible hermosura - bromeó y reí, tan fuerte que Elisa se movió un poco -- aunque yo ya estoy pillado -- me guiñó un ojo.

¿¡Cómo puede decirme eso!? Parecía como si insinuase que está pillado por mi.

Luego de que llegó lo que pedimos nos quedamos unos minutos en silencio.

-¿No estás nervioso? - pregunté disolviendo azúcar en mi leche.

-¿Por la carrera? - asentí - Un poco, sé que Márquez es muy fuerte en Austin -probó un poco del negro café frente a él y le agregó más azúcar.

Más rápido que el viento - Fernando Alonso & Valentino Rossi X TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora