Más rápido que el viento - Fernando Alonso & Valentino Rossi X TÚ

Capítulo 9: El rubio

De repente empieza a vibrar mi móvil, miró la pantalla y casi me da un infarto. ¿¡Llamada entrante de Fernando!?

Dudo un instante en cogérselo o no. Lógicamente le acabo respondiendo.

- ¿Fernando? -- preguntó entre confundida y emocionada.

- ¿Cómo que Fernando?  ¿No te dije que me llamases Fer? ¿Ya se te ha olvidado?  -- dijo riéndose al otro lado de la línea.

- Perdona... -- reí con vergüenza -- el viaje de vuelta me ha chafado el cerebro. 

- Eso o que el estar con Rossi te ha quemado tus cuatro neuronas -- dijo con tono de burla.

- ¡OYE! ¿Por qué dices eso? ¿Estás celoso de que me lleve bien con él? -- no me pude aguantar y se lo pregunté.

- ¿Yo? Que va, el que está celoso es él. -- habló y me sorprendí. ¿Cómo? ¿Valentino celoso? 

- ¿Por qué iba a estar celoso Valentino? -- pregunté.

- Pues por estar conmigo, ¿no lo ves? Hacemos muy buena pareja -- pude imaginarme como sonreía desde el otro lado de la línea.

- ¿De verme contigo? No lo creo -- dije para molestarle -- Aunque bueno... 

- Que si... que si... que hacemos muy buena pareja aunque estés esquivando el tema -- río.

- ¿Pero que dices? -- reí -- En fin... lo que hay que escuchar. A todo esto, ¿porque me habías llamado? 

¿Esto es un sueño? Fer diciendo que hacemos buena pareja y que además Valentino está celoso. Esto no puede ser real.

- Eso... tu cambia de tema -- dijo divertido -- Solo era para asegurarme de que habías llegado bien.

- Ay, míralo que mono, como se preocupa -- hablé burlándome.

- Déjame en paz -- dijo, imitando a un niño pequeño.

Sonreí. Cada vez me estaba gustando más Fer y lo peor de todo es que lo acababa de conocer tan solo hacía unos días. ¿Qué será de mi en un mes?

- _________, te tengo que dejar ya -- habló -- Tengo que entrenar para el inicio de temporada, ya te llamaré luego.

- ¿Ya no me llamas princesa? -- dije poniendo tono triste de broma.

- Es tu castigo por llamarme Fernando antes -- soltó burlándose -- Ahora si que si me tengo que ir.

- Adiós Fer -- me despedí con una sonrisa en el rostro.

- Hasta luego mi princesa... -- Nada más decirlo colgó.

Creo que me va a dar algo. Su princesa, suena bien..., muy bien. Necesito llegar a casa ya para despejar mi mente, estoy hecha un lio.

[...]

La semana que estuve en mi casa me la pasé deambulando de un lugar a otro. Mis amigas no paraban de hablar de cosas que habían pasado ese fin de semana que yo había estado en Qatar, y aunque intentaba concentrarme en lo que me decían, mis pensamientos iban a un solo lugar, Valentino y Fernando.

Había estado revisando sus cuentas de Instagram yTwitter durante estos últimos días, pero eran demasiado profesionales, y no habían publicado nada desde el fin de semana pasado. Para mi suerte la novia de Valentino era más personal, subía fotos con dos niños y también tenía unas seis con él. Yo era una husmeadora profesional, o como se diga.

—¿Puedes dejar tu teléfono ya? — me pidió mi amiga de mala manera.

Ester, mi amiga, me había invitado a su casa con Lucía, su prima. Ya que tenía pensado salir de vacaciones a Estados Unidos, Texas o Miami, fuese donde fuese no podría verla hasta el año siguiente.