Niñez Part6 - La vida de un hijo

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Ahora como padre e hijo mi dinámica con Emir había cambiando un poco, pues ya no nos andábamos con formalidades y el viejo se permitió mostrarme se lado más pícaro, al robar junto a el los dulces de Merry y jugarle una que otra broma a los  cazadores de la aldea.

Estas cosas no hacían enojar a la gente de la aldea de la Grieta pues ya estaban acostumbrados a el comportamiento bromista y un poco infantil del viejo Emir. Cómo padre me mostró lo divertido que podía ser molestar un poco  a los demás o hacerlos reír también. Aunque no podía evitar notar como con el paso del tiempo Emir se notaba más cansado, como si cada mes tuviera menos energía en su cuerpo.

...

Pasaron algunos años, debido a la falta de energía de Emir ya no se estaba haciendo cargo de varias de sus responsabilidades en la aldea como acabar con los monstruos que se acercarán. Yo no era aún tan buen espadachín como Emir, por lo que si había varios enemigos o alguno que se viera muy peligroso, Merry me acompañaba para apoyarme, me resultó bastante interesante luchar en equipo, aunque en un principio fue confuso coordinarnos.

Conmigo a cargo de las cacerías de animales y monstruos, Emir tenía más tiempo libre, cosa que me preocupo un poco, no tenía nada en contra de que papá descansará pero sentía que ahora no solo el me ocultaba algo, sino que todo el pueblo lo hacía.

Uno que otro día regresando de cazar bestias note que Emir estaba entrenando a un par de chicos, en un lugar algo apartado del pueblo, como si se estuvieran escondiendo, además de que cuando intentaba hablar con algunos de los aldeanos quienes me conocían y había ayudado en varias ocasiones parecían estar nerviosos. Incluso a Merry con quién decidí hablar sobre lo raro que todos actuaban pareció esconder algo y evitar responderme, ella no era muy buena para guardar secretos, así que cuando tendría que mentir ella simplemente se callaba.

Fuese lo que fuese, decidí intentar no darle tantas vueltas y fui a dormir, cosa que tuve difícil, muchas cosas pasaban por mi mente, que tal si no soy el hijo que Emir esperaba que fuera y por eso anda entrenado a ese par de muchachos, que tal si a los de la aldea tampoco les caigo bien y por eso me evitan.

Aquellos pensamientos hicieron que pudiese dormir muy poco, pero aún así me levanté para atender mis responsabilidades, afilando mi daga y preparándome para la cacería, antes de partir saludé a Emir quien parecía tener algo que decirme.

— Kenai, ven aquí, muchacho. Hoy quiero que lleves a Hassin contigo.

— ¿Hassin? El nunca antes ha ido a cazar, pensé que le gustaba más la agricultura...

Conteste estando algo confundido, Hassin era un joven que hace poco cumplió los 15 años, la edad en la que ya a uno se le considera un adulto, pero lo conozco, jamás lo e visto usar un arco o una espada.

— Bueno, el acaba de convertirse en un hombre Kenai y quiere demostrar su valía, además... Pretende tomar como esposa a Lizz y quiere impresionarla jajaja, solo cuida al chico e intenta traer un presa grande que impresione a todos.

Lizz era una Migurd que vivía en nuestra aldea, una chica baja de cabello corto color azul bastante callada, quien suele observar a todos desde lejos. Incluso una vez me asustó cuando me di cuenta de que me estuvo observando mientras entrenaba, ella era sorprendentemente sigilosa. No tenía ni idea de cómo funcionaban las parejas o mucho menos el matrimonio, pero Emir al parecer pensó que yo podría ayudar.

— Entiendo, la verdad no me interesa mucho ayudarlo, pero debo ir a cazar de todos modos.

Con unas palmadas en el hombro me despido de papá y me encuentro con Hassin en la plaza de la aldea, un gran espacio plano en rodeado por casas, lugar donde usualmente se reunía el pueblo cuando algo importante se celebraba, como una boda, pero cuando no había que celebrar era simplemente un espacio vacío que servía como punto de reunión o también lugar de juego para los únicos 6 niños pequeños que había en la aldea, bueno, sin contarme a mi, claro.

Hassin a pesar de ser mayor y claramente mas alto se notaba nervioso, había traído un arco consigo, cosa que me preocupaba un poco, ya que aunque yo no era muy bueno con el arco, si sabía que no cualquier novato podría usarlo.

— ¿Sabes usar eso?

— Yo... Llevo un par de meses practicando por mi cuenta, no pretendo ser un estorbo, Kenai, se que Emir te dijo porque quiero hacer esto y agradezco que me ayudes, solo quiero demostrarle a Lizz que puedo ser un buen hombre para ella, uno fuerte, uno que pueda protegerla.

Con un rostro inexpresivo solo me di la vuelta y comencé a caminar fuera de la aldea con Hassin tras de mi, no quería ser maleducado, pero no entendía el porque un agricultor se pondría hacer algo tan peligroso por una chica.

— Aún hay tiempo para que regreses a la aldea, cazar no es un juego, Hassin.

— No lo veo como un juego, con que derecho miraré a la bella Lizz a la ojos y le pediré ser mi esposa, cuando lo único que hago es cosechar vegetales mientras los demás hombres salen a cazar.

La charla se paro al encontrarnos con un grupo de perros del desierto, salvajes bestias que nos atacaron al instante, aunque Hassin disparo sus flechas, fallo y yo tuve que encargarme de matar a dos de ellos,esquivando sus ataques con un salto, cayendo sobre uno de ellos y apuñalando su cabeza y estando a punto de cortar el cuello del otro, cuando una flecha impacto se clavo en su torso, Hassin había acertado una flecha, por lo que fue fácil rematará la criatura.

— Así que si es verdad que estuviste prácticando jajaja.

Hassin dejo un poco su nerviosismo atrás y sonrió, caminano hacia a mi, después de recolectar la piel y la carne de los lobos seguimos alejándonos de la aldea en búsqueda de una presa más grande.

— Entonces...  ¿Cómo es que haces esto por una chica? La verdad no lo entiendo.

— Supongo que eres muy joven para entender. Pero intentaré explicarte.

Hassin sonrió mirándome como si estuviera a punto de decir el discurso más importante de su vida y procedió a hablar como un total degenerado.

— ¿Alguna vez has visto que hay bajo la ropa de una chica?

— Emm no, nunca.

— Pues yo una vez ví bajo la falda de Lizz ¿Sabes que fue lo que ví?

— ¿Sus piernas?

— Aún mejor, Kenai ¡yo he visto el paraíso! Debajo de la falda de esa pequeña chica hay un grande y redondeo trasero, firme, pero que también es muy suave, sostenido por unas anchas caderas las cuales tendrán a mi hijo y bajo ellas unos gruesos muslos en los que voy a recostarme cada vez que llegue a casa.

Mientras daba ese pervertido discurso, el Hassin nervioso y callado que conocía se fue y un degenerado con cara de tonto ocupo su lugar, sus ojos brillantes y su boca babeando fue todo lo que pude ver mientras hacia gestos de apretarle el trasero a Lizz con las manos. Si bien Hassin ahora me parecía todo un rarito, admito que despertó mi curiosidad por las chicas ¿Tan bien lucen bajo la ropa?.

— Ok, como sea ¡concéntrate! esta zona es peligrosa.

Hice reaccionar al pervertido con una cachetada antes de seguir el viaje. No tardamos muchos en toparnos con lo que buscábamos, una gran presa. Alli parado en sus 4 patas, comiendo los restos de un animal se encontraba un reptil de dos metros con afiladas garras afiladas que parecían de acero, afilados colmillos y por la parte superior de su cuerpo desde la cabeza hasta la cola tenía gruesas escamas que le servía tan de armadura.

— ¿Podemos con esa cosa? — pregunto Hassin temblando volviendo a ser el chico nervioso de siempre.

— Si estuviera con Merry o con un par de cazadores de la aldea, quizas si, pero contigo...

Mi sinceridad pareció afectar el orgullo del agricultor pervertido, quien hizo un drama diciendo que jamás podría pedir la mano de Lizz si no regresábamos con el cadáver de la criatura a la aldea. Por lo que me tomé un momento para pensar seriamente en su podríamos derrotarlo y al final decidí que si, si lo derrotaría.

— Deja de llorar, solamente... Mantente lejos y no le dispares cuando yo esté cerca ¿Entendido?

— ¡Si, jefe!

¿jefe? Vaya que me gusta como se escucha eso, dejaré que me siga llamando jefe, después de todo, gracias a mi va a tener esposa.

Moshoku tensei - Crónicas de Esclavitud Donde viven las historias. Descúbrelo ahora