C H A P T E R: NINE

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Laboratorios UA...

A medida que Aizawa llegó al edificio de laboratorio de UA, su corazón latía con una intensidad que se igualaba al ritmo de sus pensamientos. Al entrar por aquellas puertas automaticas blancas lo primero  que encontró fue una pantalla iluminada por el destello de las palabras "Diagnostico: Hananaki" que estaba parpadeando ominosamente ante sus ojos. 

Vaya calidosa bienvenida...

La noticia había llegado como un golpe bajo para él, y ahora se encontraba ante una encrucijada que amenazaba con poner a prueba su papel como maestro y protector de sus estudiantes.

Recovery Girl caminó algunos pasos, ya frente a el, con su expresión seria y preocupada, lo recibió. Ambos sabían que no había margen para errores, que el tiempo apremiaba. El destino de Midoriya, uno de los estudiantes más prometedores de la U.A, estaba en juego.

El hombre de cabello desaliñado de mirada intensa y cansada se acercó a la pantalla que mostraba los resultados médicos y suspiró profundamente.

—¿Cuál es el plan, Recovery? —preguntó Aizawa, tratando de mantener una voz firme a pesar de la angustia que sentía. Era un héroe consumado, pero esta situación, el recuerdo de sus propias luchas personales y la responsabilidad que sentía hacia sus estudiantes lo estaban desgarrando por dentro.

El entendía por completo la situación.

La mujer suspiró nuevamente, como si la gravedad de la situación pesara sobre sus hombros.

-Sabes tan bien como yo que esta cirugía es extremadamente arriesgada. Pero si no lo intentamos, Midoriya no tiene posibilidades de sobrevivir. Tenemos que confiar en el doctor que realizó tú cirugía hace unos años. Sé que es el unico que podrá lograrlo.

Aizawa asintió con resignación. Sabía que el riesgo de la cirugía era inmenso, pero también era consciente de que no había muchas alternativas. Sin embargo, había una pieza importante en esta ecuación que le preocupaba profundamente. No había hablado con Midoriya antes de ir al laboratorio y no sabe si  el joven héroe se opondra a la cirugía o seria lo contrario; lo cual muy en sus adentros desea que sea.

[•••]

Sollozos más murmullos y una leve tos era lo que hacían eco en aquella fría habitación.

El frío viento se filtro tras aquel ventanal de vidrio que yacia abierto; mientras una calica cortina abrazaba aquellas fuertes corrientes de aire, dejándose llevar por las misma. Aquello daba a entender para Izuku que el otoño estaba dando su comienzo.

Y lo detestaba.

Aquel chico de ojos esmeralda se encontraba en su cama, buscando aquella calidez de sus sabanas para encontrar un poco de calma en tanta desesperación y sufrimiento.

Habia escrito algunas cosas en su libreta, pero estás ya se encontraba rasgada y con tinta regada por sus lágrimas. Gritos y dolor que simplemente eran ocultos por silencio y lágrimas, que en ocasiones se perdieron entre la lluvia.

"Doy un grito de ayuda, pero es silencioso y nadie lo nota. Me estoy rindiendo, ya no aguanto estos sentimientos que se acumulan con desespero uno tras otro, me siento solo en todo esto por alguna razón que desconozco; y no sé si podré seguir luchando. 

Quisiera decirle pero no tengo el coraje.

No quiero terminar destrozado, sé que su rechazo será aún más doloroso que esto.

Mi corazón se estruja, mis pulmones se comprimen y mi garganta se cierra y cada noche el dolor es más insoportable, no puedo seguir con esto, debo acabarlo, y no estoy encontrando soluciones, parece que todo estuviera bien pero no es así, cada vez me siento más fuera de mi y quisiera acabarlo ya.

Hanahaki | BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora