Especial de Año nuevo.

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Hola! Vengo a desearles feliz navidad y un próspero año nuevo! Agradezco infinitamente sus lindas palabras que dejan en cada capítulo, de verdad me hace feliz que les haya gustado mucho está idea que creció tanto gracias a ustedes. Espero hayan pasado una muy feliz navidad y que este proximo año muchas metas se cumplan para ustedes y para mi igual jeje. Gracias por seguir aquí, no me olvidó de ustedes ;), disfruten este corto pero bonito especial jjj.

Att: María.💗

Pd: Sé que hoy es 6 de enero (feliz día de reyes), pero es que no pude subir los dos caps que prometí antes porque tuve un inconveniente familiar algo grave, lo siento. Lo recompensaré este mes!!


🌟

El aire vibraba con el anuncio del Año Nuevo. Para muchos, era un día común, pero para otros, un momento sagrado, un remanso donde la familia se abrazaba para recibir un nuevo capítulo rebosante de promesas y oportunidades.

En el hogar de Katsuki y Izuku, las diferencias sobre la importancia del día se reflejaban en sus actitudes. Mientras uno desestimaba la ocasión, el otro la acogía con emoción palpitante.

-Mamá, ¿es cierto que es buena suerte esconderse debajo de la mesa para conseguir novia? -preguntó el inocente Izuku a su madre, quien no pudo contener la risa ante la ingenuidad de su hijo.

-¿Dónde has escuchado eso, mi amor? -rió, abrazando tiernamente a su hijo.

-En el teléfono de Kacchan, mamá -respondió Izuku en un susurro.

-Ese chico... -murmuró la madre, saliendo de la cocina con un pastel decorado con esmero. -¡Bakugo Katsuki, ven aquí! -gritó, dejando el pastel sobre la mesa ante la pequeña familia peliverde.

-¡¿QUÉ QUIERES, VIEJA?! -resonó la voz desde arriba. Era la voz fuerte de su amigo de la infancia, Katsuki Bakugo.

-¡¿CÓMO ME HAS LLAMADO?! -la rubia dejó sus guantes y se dirigió hacia las escaleras en busca de su hijo malcriado.

Una risa suave escapó de los labios de la mujer peliverde, mientras Izuku temía que su tía Mitsuki reprendiera a su mejor amigo una vez más por su culpa.

Inko y Izuku compartían cada Navidad y Año Nuevo juntos, formando una familia unida donde reinaban las risas, las conversaciones, los juegos y los regalos para los niños.

Era una celebración llena de alegría.

-¡Deku! -resonó una voz imponente, haciendo que Izuku se estremeciera.

-¡Kacchan! -su voz tembló al enojar a su amigo. Se acercó más a su madre, quien sonrió y lo abrazó con fuerza.

-¡DEJA A IZUKU EN PAZ, KATSUKI! -gritó la mujer rubia.

-¡NO TE METAS, VIEJA! -respondió el rubio, con sus ojos rubí, ligeramente más alto que Izuku.

-Queridos, cálmense. Están asustando a nuestra visita -intervino Masuru, saliendo de la cocina con vasos llenos de bebidas. -Cariño, tranquilízate, deja que hablen un poco. Pronto será Año Nuevo.

Pese a las protestas, Masuru calmó a su esposa y propuso hablar con Inko.

Inko sonrió a la pareja y soltó suavemente a Izuku, quien se negaba rotundamente a dejar a su madre.

-No temas, cariño. Ve, estaré pendiente -dijo con una sonrisa cómplice.

Katsuki se estremeció al escuchar las palabras, sin duda no quería eso.

El oji-emeralda, con más confianza gracias a las palabras de su madre, decidió seguir a su mejor amigo.

Katsuki lo miró de reojo y luego le hizo una señal al peliverde para que lo siguiera. Izuku tragó duro y lo siguio como si cada paso que diera fuera un pase all infierno.

Bueno era Katsuki, su presencia era bastante aterradora algunas veces.

Katsuki para frente el balcón de la sala principal, en una pqueña terraza, la cual estaba siendo iluminada por la fuerte luz de la luna esa noche. El paisaje era hermoso, pero al bajar su mirada esmeralda encontró a un Katsuki nervioso y algo triste, evidentemente se preocupó.

-¿Kacchan? ¿Estás bien?- preguntó con preocupación y algo de miedo, pues a veces ese tipo de preguntas Kacchan creía que lo veían como alguien "débil".

 En la terraza, bajo la suave luz lunar, las mirada rubí y esmeralda se chocan inocentemente. Ambos están en silencio por un momento, mirandose, Izuku no entendía la razón, pero sentía pequeños revoloteos en el estomagó, se culpó de comer muchas galletas. Estaba distraido susurrando inconsientemente hasta que Katsuki rompe el silencio.

-Oye, Deku... ¿alguna vez has pensado en lo que realmente significa la amistad?

Izuku, sorprendido por la pregunta, abrió sus labios en una pequeña "o" para depsués responder: -Sí, un poco, ¿supongo?. Mamá me dijo que es algo sobre apoyarse, reír juntos y... bueno, ser buenos amigos, ¿no crees?

Katsuki asiente, pero aún parece pensativo. - Pero... ¿y si hay algo más? ¿Y si la amistad  llega a  algo que no puedes explicar con palabras?

Izuku frunce el ceño, confundido -¿A qué te refieres, Kacchan?

Katsuki no sabia como explicarlo, estaba confundido de todo lo que sintio hace unos minutos cuando su madre le dijo lo de la mesa y el teléfono.

Él lo había dicho porque creia que Izuku le diría que ya o tenía a él...

Claramente no tenía nada que ver, pero fue extraño.

Katsuki inhalo profundamente, buscando las palabras adecuadas  -A veces, cuando estás con alguien, sientes algo especial o una mierda así.

-¡Kacchan!

 -No puedes explicarlo, pero es como si... si hubiera algo más que solo ser amigos, es como si eso no fuera suficiente.

Izuku asiente lentamente. -Pues somos mejores amigos, ¿no? o ¿Quieres decir que hay algo más que solo ser  mejores amigos?

Katsuki evitando el contacto visual suspiró suavemente- No estoy seguro, Deku. Es solo que... a veces siento algo extraño, algo que no sé cómo explicar. Como si... -se interrumpió a sí mismo, ¿¡que carajos iba a decir?! ni el entendía lo que pasaba.

El pecoso confundido, vió el rostro preocupado de su amigo, asi que colocó suavemente una mano sobre el hombro de Katsuki -Kacchan, ¿De verdad estás bien?

El cenizo sonríe irónicamente -¡Estoy confundido eso sería una forma de decirlo! No sé si es algo real o solo mi imaginación. Pero lo que sí sé es que valoro nuestra amistad más de lo que puedo decir en palabras...

El pequeño peliverde asiente dudosamente -E-entiendo, Kacchan. Si alguna vez necesitas hablar sobre eso, estaré aquí para ti, siempre seremos los mejores amigos ¿bien?.

Katsuki se sonrojó levemente - Y-Yo. S-Sí. 

Izuku sonríe y abraza a Katsuki quien se sonrojo completamente como un tomate, y culpo a la noche de ser tan fría.

La conversación llega a su fin, pero la complicidad y la conexión entre ellos se vuelven más profundas, aunque algunas verdades permanezcan ocultas bajo la superficie.

Y en aquella estrellada y luminosa noche fue sellada una promesa silenciosa y escondida tras aquellos fuertes sonidos y luminosos fuegos artificiales de año nuevo.

O tal vez no...




Hanahaki | BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora