Hanahaki | Bakudeku

C H A P T E R: SIX

La tos persistente y las flores que salían de su boca le recordaban constantemente que su amor no correspondido estaba literalmente matándolo.

No podía hablar con nadie sobre su enfermedad, especialmente no con Uraraka, sabría que se pondría muy mal con aquella noticia, y mucho menos podria decírselo a su madre, de verdad era un reverendo no.

Y Recovery girl se lo habia dejado claro...

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—Tienes que estar seguro de lo que quieres escoger Midoriya, esperaré tu opinión en 1 semana, así que por favor, elige concientemente niño.

No, no quería que supiera que lo amaba, y menos aún quería que supiera que estaba muriendo por ese amor.

De camino a su habitación intentó mantenerse de pie, pero su tos lo hizo caer de rodillas. Al mirar hacia abajo, vio que había expulsado un ramillete de flores. Se dio cuenta de que las flores estaban matándolo lentamente, y que el amor no correspondido estaba consumiendo su vida.

—Si, estoy enamorado de alguien...

Un silencio inundó el consultorio.

—Ya veo—dijo la mujer por fin.—¿Esa persona te corresponde chico?

—N-no, tiene pareja...—dijo ya con un nudo en la garganta y algo de vergüenza, no le gustaba mucho hablar de ello, además, ¿por qué preguntaba aquello? Y lo que más le pesaba era ¿qué tenía que ver eso con su extraño resfriado?

—Necesito hacerte una radiografía, ven.—dijo la anciana, para después bajar de aquella silla y dirigirse a la sala de radiografías.

Izuku la siguió.

Retira todo lo de metal que tengas y acuéstate, y no te muevas.—Explico la mujer, para después salir a la otra sala donde manejaría aquella máquina.

Luego de ello, Izuku espero en el consultorio, los resultados salieron, no podía mentir estaba muy asustado, pero también estaba algo extrañado con aquellas preguntás que aquella mujer de mediana edad le habia hecho.

Pero algo que le preocupaba mucho más no era aquello, si no el One For All.

Si era grave, ¿cómo le diría a All Might sobre ello? ¿Que pasaría con aquel poder?, ¿Qué pasaría con la ciudad, si ya no hubiera un símbolo de la paz?

Sí, estaba muy asustado.

—Midoriya.—Una voz lo sacó de su trance.—Tengo tus resultados...

Lo último sonó muy decaído de aquella mujer.

—No tengo buenas noticias para tí.

Sí, nuevamente lo admitía. Estaba muy asustado.

—¿Qué pasa? ¿Es demasiado grave?  Dígame por favor...

—Midoriya...

—¿Sí?

Midoriya tienes hanahaki...

Con lágrimas en los ojos, Izuku se arrastró a casa, preguntándose cuánto tiempo le quedaba antes de que las flores lo ahogaran por completo. Sabía que la unica cura para su enfermedad dañaría a terceros de muchas más consecuencias , pero no podía soportar la idea de dejar de amar a Bakugo. Su amor era lo único que le había dado fuerzas para seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles.Izuku sabía que su historia de amor no tenía un final feliz. Pero estaba decidido a amar a Bakugo hasta el último suspiro, incluso si eso significaba morir lentamente a causa de las flores que crecían en sus pulmones.

La tos persistente y las flores que salían de su boca le recordaban constantemente que su amor no correspondido estaba literalmente matándolo. No podía hablar con nadie sobre su enfermedad, especialmente no con Bakugo. No quería que supiera que lo amaba, y menos aún quería que supiera que estaba muriendo por ese amor.

Un día, después de la escuela, Izuku estaba caminando a casa, había tenido un suceso bastante extraño ese día. Habia tosido algo de sangre en pleno entrenamiento, intento ocultarlo pero al parecer alguien se dio cuenta, y ese fue Bakugo.

Al salir, intento irse de aquel lugar lo más rápido pero Bakugo lo alcanzó. "Hey, maldito Deku, ¿qué pasa contigo?", dijo Bakugo, mirándolo con desdén.Izuku trató de ocultar su tos detrás de una sonrisa forzada. "Nada, solo un resfriado ¿Por qué?", mintió. Bakugo frunció el ceño y lo empujó hacia una pared cercana. "No te atrevas a contagiarme, nerd, aunque no creo que esa mierda sea un puto resfriado", gruñó, antes de desaparecer en la distancia.

Izuku intentó mantenerse de pie, pero su tos lo hizo caer de rodillas. Al mirar hacia abajo, vio que había expulsado algo de sangre nuevamente, y su garganta ardió. Le preocupó, pero el no sabia en ese momento que desde ahora aquellas flores estaban matándolo lentamente, y que el amor no correspondido estaba consumiendo su vida.

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Disculpen errores ortográficos jaja, estaba tan inspirada y puede que no me fije en algunas cosas.

Pronto habrá otra actualización, gracias por seguir mi historia, de verdad se los agradezco mucho, los quiero 💗.