4 ļ½œāž¤ Cuarta noche

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Cuando despertó, agradeció al cielo no encontrarse de nuevo en una situación embarazosa junto a su sensei como la mañana atención. Sin embargo, pese a la diferencia de ambas situaciones, no pudo evitar sonrojarse como esa al ver como se encontraban acomodados sobre la cama.

Ambos estaban acostados de lado, frente a frente, ella siendo envuelta por los fuertes y cálidos brazos de su sensei, la cercanía siendo tanta que Sakura podía incluso escuchar la tranquila respiración de este y su atrayente aroma.

Porqué sí, Kakashi poseía un olor bastante peculiar pero sin dejar de ser atrayente. Tanto así, que no resistió y acercándose un poco más a su cuerpo, hundió su nariz en su cuello y aspiró el delicioso aroma, perdiéndose totalmente en él.

Hasta que escuchó una suave risita, que la alteró por completo.

-¿Qué haces, Sakura? -preguntó Kakashi con voz ronca, obviamente por haber despertado apenas.

Sakura se puso colorada y no se alejó, pues no estaba dispuesta a que le viera el rostro tal cual un tomate.

-¿No estabas dormido? -preguntó nerviosa.

-Hmm, lo estaba, pero una pequeña pelirosa decidió que sería buena idea olfatearme -sonrío bajo la máscara.

-N-no le estaba olfateando -negó.

-¿No?

-No. Es solo que yo...

-¿Qué?¿Acaso huelo mal?

-Oh no, no, claro que no -le miro nerviosa.

-¿Entonces?

Sakura suspiró, no había otro remedio.

-Sensei -le miro fijamente -, no moleste.

Se alejó de él y rodó sobre la cama hasta quedar boca arriba, Kakashi soltó una carcajada e hizo lo propio.

-Demonios, he dormido tan bien -se estiró -creo que ahora seré capaz de hacer bien mi jornada laboral.

Sakura le miro.

-¿Y mis gracias?

Kakashi también volteó a verla.

-¿Gracias porqué? -pregunto, entre curioso y divertido, obviamente sabiendo a que se refería.

Sakura alzó el mentón orgullosa.

-Porqué gracias a mí, y mi cama usted pude descansar bien -aseguró, viendo como el peliplata enarcaba una ceja, divertido.

Entonces, dijo algo que la descolocó.

-¿Sabias que ayer cuando caíste sobre mi de la cama, tuviste la oportunidad de verme la cara? -comentó con diversión.

-¿Qué?

-No suelo llevar mi máscara cuando duermo, así que supongo que mientras dormía me la quité y no me la subí hasta que desperté por el golpe.

Sakura abrió mucho los ojos, impactada por la revelación.

-¡¿QUÉ?!

El Hokage río mientras se ponía de pie.

-Perdiste tú oportunidad, pelirosa.

Se dio la vuelta y camino hasta el baño, dejando a una muy decepcionada chica pelirosa, que se lamentaba hasta el alma por haber perdido una oportunidad de oro.

-¿Y así te haces llamar kunoichi, Sakura?

Espero pacientemente hasta que su ex sensei saliera del baño, el cual salió minutos después ya vestido con su típico traje ninja y su máscara bien puesto.

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