5 ļ½œāž¤ Quinta noche

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Kakashi y Sakura caminaban tranquilamente por las calles de su aldea, la noche era tranquila y perfecta para dar un paseo después de haber cenado en Ichiraku ramen, el lugar más agradable para una cena.

Compartían escuetas palabras de vez en cuando, para después sumirse en un silencio para nada incómodo, de hecho era todo lo contrario.

—¿Kakashi-sensei?

—¿Hmm?

—¿Alguna vez ha pensado en tener una novia?

Kakashi se mostró sorprendido ante la pregunta tan inesperada, volteando a verla automáticamente, aunque ella seguía con su mirada fija en el frente.

—¿A qué viene esa pregunta ahora? —le preguntó volviendo a su postura relajada de siempre.

—Uh, siempre curiosidad —se encogió de hombros, fingiendo inocencia.

—¿Porqué, tienes alguna candidata en mente? —preguntó divertido.

—Podría ser.

—¿Mmm? —la miro curioso.

Sakura volteó a verlo con una sonrisa.

—Vamos, no me diga que después de todo no se ha enterado que es muy popular entre las chicas —le dijo, haciendo énfasis en la palabra"muy".

Kakashi sonrió divertido.

—Pues no lo había notado.

—Pese a llevar esa máscara todo el tiempo sigue llamando la atención, además ahora es el Hogake.

—Tsk, ser Hogake no tiene nada que ver.

—Claro que si —dijo —. Salir con el Hogake, es una idea tentadora para cualquier mujer.

Kakashi soltó una risilla.

—Sakura, linda, ves demasiadas comedias románticas —le dijo divertido a la chica, que se sonrojo ante el apodo que le había puesto su ex sensei.

—Pues al menos no me la pasó leyendo libros cochinotes todo el día —murmuró bajo, todavía sonrojada.

Kakashi se mostró burlón ante su comentario.

—Eres cruel pero tienes razón, pelirrosa —le dijo —. Al menos no eres una pervertida como yo.

Sakura lo miro.

—Finalmente lo abmite.

Ambos volvieron a tomar el rumbo de su caminata.

—Ya me tocaba.

—Ey, todavía no ha respondido a mi pregunta.

—¿Es necesario hacerlo?

—¡Claro!

Las personas al rededor miraban curiosos a la pareja que caminaba tranquilamente por ahí, algunos convencidos que ambos formaban una linda pareja.

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Ambos se tiraron sobre la cama nada más entraron a la habitación de la pelirrosa, eran pasadas de las doce.

—Creo que exageramos con la caminata —dijo Sakura soñolienta.

Kakashi sonrió.

—Pero fue agradable.

Sakura no lo negó.

—Tiene razón —dijo soltando un gran bostezo.

Kakashi se acomodó mejor a lado de la chica, dispuesto a dormir ya que mañana sería un día igual de pesado que los otros en la oficina del Hokage.

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