capitulo 10

1.2K 128 12
                                    

Lena.

Al día siguiente fui a encargarme de Harley.

- hola querida - me ve con pánico, me acerco a ella apretándole la nariz, sonrió con malicia, le quitó la cinta de la boca con fuerza.

- hola querida - me ve con pánico, me acerco a ella apretándole la nariz, sonrió con malicia, le quitó la cinta de la boca con fuerza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Lena, por favor yo no hice nada lo juro, déjame ir - súplica y eso me hace sentir magnífica.

- ¿qué no hiciste nada? - le agarro la mandíbula con fuerza. - empujaste e insultaste a mi mujer, ¿como podría yo pasarte algo así, a ti qué eres insignificante?.

 - empujaste e insultaste a mi mujer, ¿como podría yo pasarte algo así, a ti qué eres insignificante?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- yo... no sabía que hablaba encerio, creí que jugaba pero te prometo que le pediré perdón de rodillas pero no me mates - alzó una ceja.

- demasiado tarde, te matare - le sonrió con malicia. - pero primero jugaré un poco contigo, veamos que tanto resistes.

Pocas eran las veces que yo me ensuciaba las manos por lo general siempre le decía a mis hombres que los torturaran y yo solo daba el golpe final, pero ella era especial, había tocado a mi rubia y eso a nadie se lo permitiría. Disfrute tanto ponerle una bolsa en la cabeza y ver cómo se retorcía al ya no tener oxígeno, disfrute meterla en agua y ver cómo luchaba por un poco de aire, goce golpearla hasta verle el rostro desfigurado e implorando que parará, sentí tanta satisfacción romperle sus brazos y piernas, reía feliz como un niño jugando con sus juguete favorito.

- p-piedad... por... favor - dice con dificultad - te... i-imploro... que.. termines con... mi vida pero... ya no más.. - camino a su alrededor pensándolo un poco.

- aún no pagas por meterte con mi dulce y tierno girasol.

No sé cuánto tiempo pase torturandola, deleitando mis oidos con sus gritos. La golpeé sin piedad hasta que mis nudillos sangraron y aún así seguí, saque toda la rabia que tenía, hasta que siento unas manos en mi hombro, hoy dejaría sin dientes auno de mis hombres sabían bien que no me gustaba que me interrumpieran.

- ya fue suficiente, termina de una vez - volteo a verlo con la ceja alzada. - vamos hazlo. - a regañadientes saco mi pistola y le doy un tiro en la cabeza sin siquiera verla. - ¡fantástico! has mejorado, tal vez le diga a papá que estás lista - lo veo perpleja.

una vida sin ti [ supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora