7: Un pueblo infernal

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Merlina apartó sus ojos de la ventana una vez más para observar disimuladamente a Tyler. El chico no había dicho ni una sola palabra desde que abordaron el tren y habían pasado tantas cosas en las últimas veinticuatro horas, que no estaba segura que era lo que lo afectaba tanto. Tal vez era su intuición, pero la conversación que había espiado la noche anterior se repetía una y otra vez en su cabeza.

Apretó sus puños, arrugando la tela de su abrigo, mientras un enojo justificado crecía en su interior.

Volvió a ver a Tyler, pero esta vez él le regresó la mirada.

-¿Estás segura de que es el lugar correcto? Parece cualquier árbol.

-No es cualquier árbol. He estado ahí un par de veces. Lo llaman el árbol del demonio, un antiguo lugar que utilizaban para asesinar personas comenzando con el Ku klux klan, suicidios, fratricidios, lo que desees imaginar.

-Suena como el lugar perfecto para un picnic -murmuró alzando sus cejas.

-O para comenzar un genocidio -se encogio de hombros, aparetemente sin darle importancia.

Tyler se inclinó hacia ella, colocando sus codos en las rodillas.

-¿Entendemos que si fallamos tu madre morirá?

-De una forma dolorosa -asintió solemnemente - Sus pulmones se encogieron como dos bolsas siendo succionadas, luego explotarán en su pecho. Probablemente mi padre se saque los ojos al ver tal espectáculo.

Tyler apretó su mandíbula y su rostro se ensombreció.

-¿Crees que disfrutas viendo eso, cierto?

-Sin duda sería algo digno de apreciar.

-No eres más que una niña tonta e inmadura si realmente piensas así.

-Y claramente tu no la conoces lo suficiente.

Tyler la tomó de un brazo con fuerza. En sus ojos, Merlina pudo ver al Hyde que se escondía en su interior.

-Si fallas, yo mismo arrancaré cada parte de tu cuerpo y decorare ese maldito árbol con lo que quede.

En lugar de intimidarse, Merlina sonrió maliciosamente.

-Así que por eso no me matas. Te dejaste embaucar por sus dulces palabras y sus mentiras.

Tyler la soltó como si su contacto quemara y la oscuridad en su rostro comenzó a desvanecerse.

-Ya has visto a madre y padre juntos. ¿Crees que tuvieran interés en alguien más cuando atendían el colegio?

Las orejas de Tyler se encendieron de la vergüenza y la ira. Se levantó abruptamente y salió del compartimiento.

Merlina cruzó sus manos sobre su pecho. Aunque había conseguido lo que deseaba, la satisfacción no parecía ser una recompensa, en cambio la ira seguía burbujeando en su interior.

-.-.-

Aquella había sido una mañana agitada para los Addams. Largo acaba de llegar de la estación de tren, cuando un auto rojo se aparcó frente a la propiedad.

El perro comenzó a ladrar a la casa antes de que el Sheriff de Jericó lo acariciara.

-Tranquilo Elvis. Espérame aquí.

Donovan Galpin bajó del auto que alguna vez había sido de su hijo y negó para sí mismo mientras evaluaba la propiedad. La casa pintada de negro, el cementerio familiar como si fuera un jardin y el bosque que se extendia a espaldas de la mansion. Aquel lugar gritaba peligro por donde mirara y era el último sitio en el que deseaba estar, aun así traspasó la verja abierta y caminó hasta el vestíbulo en remodelación.

El Psíquico #Wyler  Saga: Mundo Oscuro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora