Suicidio (Itanaru)

Cap. 14

Él decía a su amado: Si pudiéramos ir
los dos juntos, el alma rebosante de fe,
con fulgores extraños en el fiel corazón,
ebrios de éxtasis dulces y de melancolía,

hasta hacer que se rompan los mil nudos con que ata
la ciudad nuestra vida; si nos fuera posible
salir de este París triste y loco, huiríamos;
no se adónde, a cualquier ignorado lugar,

lejos de vanos ruidos, de los odios y envidias,
a buscar un rincón donde crece la hierba,
donde hay árboles y hay una casa chiquita
con sus flores y un poco de silencio, y también

soledad, y en la altura cielo azul y la música
de algún pájaro que se ha posado en las tejas,
y un alivio de sombra... ¿Crees que acaso podemos
tener necesidad de otra cosa en el mundo?

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Tengo que ocultar tu identidad, tengo que ocultar todo el amor que te tengo. Estar a tu lado y decir que estoy enamorado sin decir que tu eres quien amo.

Quiero tomar tu mano y decírtelo, después besarte y huir lo más lejos posible, hacerte olvidar todo por lo que has pasado, olvidar por todo lo que he pasado.

Cuatro años tenía. Mi primer pensamiento suicida, preguntandome, ¿cuál es el valor de la vida? ¿Cuál es el motivo de nuestro existir? Al ultimo momento, cuando estaba a punto de tirarme de un acantilado, me arrepentí. A pesar de toda la mierda que pase en mi infancia, no he vuelto a pensarlo jamás en mi vida. Y no me gustaría que Naruto tenga esos pensamientos todos los días.

Siento ese afán de protegerlo, cuidarlo y borrar esas cicatrices que yacen en su pasado. Borrar el pasado, convertirlo en polvo y dejarlo morir entre las cenizas.

Curar heridas viejas y sanar las nuevas. Juntos sé que podremos lograr eso y más, el amor que le tengo es más grande que cualquier otra cosa. Lo amo en secreto.