Suicidio (Itanaru)

Cap. 25

Y si me voy no llores, piensa que ya no voy
a sufrir, no te culpes por no saber por lo
que estaba pasando, de cualquier forma
como ibas a saberlo si nunca deje que lo
descubrieran. Recuerda los momentos
felices que pasamos juntos.
Recuérdame cuando veas un atardecer.
Recuérdame cuando veas la Luna.

Y si me voy no cometas lo que yo,
Porque tú tienes toda una vida por delante,
talvez yo también la tenía pero no tenía
la fuerza para poder conseguirla.

Y si me voy recuerda porfavor que no fue
tu culpa, yo tomé esa decisión.

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Después de tantos años sigues resonando con fuerza en mi mente, ya no aguanto más la ausencia de tu amor. Mis padres me odian con fuerza al no ser lo que ellos quieren que sea. La decepción en sus ojos es notable, lo inútil que me volví se vuelve peor cada día. Oh Dios mío, también he tomado el camino de los vicios. Solo quiero consumir tabaco acostado en mi cama. Quiero tomar un vapeador y llenar de líquido mis pulmones. Quiero fumarme un puro y sentir mis latidos y mi respiración, el que todos vean mis ojos rojos por las sustancias que he consumido. Quisiera tomar alcohol hasta que mis manos tiemblen y no sentir; sentir como mi cabeza da vueltas por los efectos.

¿Tan malo soy? Me volví todo lo que no quería volverme, siguiendo así no podré tener un futuro o llegar algún lado. Es hora de poner fin a mi miserable vida.

"Amigo míos, son los únicos que me llegaron a importar en esta misera vida. Por ustedes seguí viviendo, ya no soporto más. Me he vuelto una persona echada a perder, soy tan inútil y soy tan decepcionante. Los vicios me han consumido. La culpabilidad de igual manera, mis padres no merecen tener el hijo que tienen, ustedes no merecen tener a un amigo tan inútil, estoy cansado. Agradezco infinitamente la amistad sincera que me brindaron, pero es hora de poner un fin."

La última carta que escribiré para mis verdaderos amigos. Se las entregue a mis grandes amigos, Shikamaru e Itachi. Les dije que la abrieran cuando yo no estuviera. Eso hicieron.

Mientras yo estaba sentado en la orilla de aquel edificio nuevamente, contemplando por última vez el hermoso panorama y paisaje que regala.