Ardiente Deseo

Nuevo trato

Rollo con dificultad abría los ojos esa mañana en la que apenas aparecían los primeros destellos del alba, sintiendo todavía en su boca el sabor dulce del vino sus mejillas se encendieron en rubor. Bochorno también provocado al evocar el recuerdo de lo que había pasado unas horas atrás, dando un fuerte suspiro miraba de reojo al hombre que desnudo a su lado dormía profundamente con la boca abierta.

—Que vergonzoso dormir así. —Susurró para si mismo al ver esa descuidada apariencia, muy contraria de la galante imagen que siempre mostraba. Suponía que solo él tenía el "privilegio" de ver al famoso Malleus Draconia de esta manera tan vergonzosa.

Su cabello era un desastre, esa boca abierta que babeaba de más, era más patético que divertido, aún a pesar de ello su gesto parecía tranquilo incluso reflejaba satisfacción, eso solo hizo que se avergonzara más por lo ocurrido entre ellos. ¿Por qué el sexo era tan bueno con este idiota? ¿Cómo podía provocarlo y seducirlo de la manera en que lo hacía? ¿Por qué lo disfrutaba aún sabiendo que era un acto "impuro"? Se cuestionaba internamente con algo de frustración, no quería estar con él pero lo necesitaba para sentirse bien.

Con solo verlo podía percibir un sutil estremecimiento recorrer su cuerpo, recordándole el intenso placer que le fue regalado antes, sacudiendo la cabeza evitaba traer a su mente tales pensamientos lujuriosos. Frustrado por haber caído de nuevo en sus encantos, pero a la vez satisfecho por esa entrega que le devolvió los ánimos, fruncía el ceño. Maldiciendo en voz baja buscaba con que cubrir su cuerpo para levantarse de la cama e ir al baño.

—Siempre digo que tu padre es un idiota. —Murmuraba malhumorado Rollo a su hijo mientras dentro del baño se aseaba— Pero, yo soy aún más idiota que él y sabes cuánto odio admitir algo así...

Siguiendo esa charla murmurada con su pequeño hijo se vestía, tal vez solo debía pretender que nada pasó para no darle más importancia al asunto, incluso él sabía que era estúpido discutir por un hecho que fue significativo para ambos. Saliendo del baño se llevó una sorpresa al ver a Malleus de pie frente a la puerta.

—Flamme, ¿con quién hablabas? —Un Malleus palidecido cuestionó al verlo.

—No te interesa, luces más horrible de lo normal, ¿tienes resaca?

—Supongo, si eso es tener náuseas,
mareos y dolor de cabeza.

—Ahora tienes idea de cómo me he sentido en estas semanas.—Con una sonrisa burlona decía pasando por su lado, se dirigía a arreglar esa cama tan desordenada como el cabello de Malleus— Si vas a vomitar hazlo en el baño.

—Flamme... Lo de anoche...

—Olvídalo, no tengo ánimos para discutir y creo que tú tampoco.

Malleus iba a refutar pero sólo entró al baño con prisa, Rollo sonreía maliciosamente al oírlo vomitar con fuerza mientras cambiaba las sabanas que fueron testigos de ese desliz repentino.

—Flamme esto es horrible... —Pálido Malleus decía al salir del baño— No vuelvo a beber así.

Tambaleándose llegó a la cama en la cual se lanzó boca abajo solo para seguirse quejando, Rollo molesto le lanzaba una almohada encima al ver como interrumpía su labor.

—Oye, todavía no terminaba de arreglar la cama, y vístete que indecencia que te lances desnudo así en la cama, ¿no conoces la vergüenza?

—¿Solo puedo lanzarme así encima tuyo?

—Para decir estupideces no te sientes mal ¿verdad?

—No es cierto, todavía me siento mal.

—Que patético, de tanto poder que te jactas y no puedes soportar unas náuseas. —Con un tono irónico decía Rollo esbozando una sonrisa, aquella que se borró de inmediato al notar como ese molesto hombre en la cama le dedicaba una sonrisa— ¿Por qué sonríes, no te estabas muriendo?