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Había pasado casi un mes desde que Touma y Tai empezaron su relación.
Estaban juntos la mayoría del tiempo, era deprimente para ambos no verse.

Solían salir en citas improvisadas, nunca lograban organizarse. Comían en la casa del otro, veían películas juntos, cocinan juntos, juegan juntos. Se volvió de rutina verse y hacer cosas juntos.

Ahora se encontraban en la casa de Touma, viendo un documental sobre gatos. La mano de Touma estaba por detrás de la cabeza de Tai, las manos del pelinegro acariciaban al gato negro en sus piernas.

Taichi se había puesto realmente feliz al saber que Touma había adoptado a este lindo gatito negro. Ahora era de ambos, y la llamaron Winnie.

Touma rió ante un video gracioso de un gato, volteó a ver a Tai para ver si también le había causado gracia.
Los ojos del pelinegro estaban cerrados, estaba algo cansado.

Touma sonrió y miró al gato, lo acarició también. Sus ojos observaron con timidez el rostro de Tai.
Se acercó lentamente a su rostro, inhalando su aroma viendo sus labios.
Reunió fuerzas y lo besó.

Tai al sentir aquél beso en sus labios, abrió sus ojos con asombro. Quedaron totalmente enfrentados, mirándose a los ojos. Sus mejillas se sonrojaron, el corazón de ambos latió con rapidez.
No solían besarse, de hecho, desde la vez que se confesaron no se besaron más.

—Lo sien...

Touma no pudo terminar de disculparse, ya que los labios de Tai volvieron a unirlo a él. Eran cálidos y calientes, cerró sus ojos disfrutando del beso.
Los labios de ambos se movieron tímidamente, el pequeño gato se había apartado por los movimientos repentinos de ambos.

La mano de Touma se apoyó en el muslo de Taichi y las manos del pelinegro estaban apoyadas en el cuello de Touma.
Era un simple beso de labios y picos que los dos estaban disfrutando. Se acercaron un poco más, se tomaron de las manos mientras se separaban lentamente

Abrieron sus ojos, Touma sonrió eufórico mientras Tai apartaba la mirada.
El rubio hizo que lo mirara, acurrucó la mejilla de Tai en su mano y la acarició levemente.

—Llevamos casi un mes y solo nos hemos besado una vez. —Dijo Touma, Taichi rió mientras apoyaba su mano sobre la de Touma que se encontraba su mejilla. Lo miró a los ojos.

Touma vió un brillo especial en ellos, su corazón se apretujo y volvió a unir sus labios con los de Tai. Atrapando el labio inferior del chico con sus labios remojados.

El timbre sonó interrumpiendo el beso y tomando por sorpresa a ambos.
El rubio suspiró y se levantó del sillón para dirigirse a la puerta.

Al abrirla se llevó una sorpresa grande.

—¡Touma! —Exclamó Shingo apenas abrió la puerta, se acercó a él y lo abrazó con fuerza.

Tai se sobresaltó al escuchar aquellas voces reconocidas, se acomodó el cabello y se relamió los labios. Apretó su cara con sus manos para tratar de calmar el sonrojo.

—M-muchachos, hey —Sonrió forzosamente Touma.

—¿Que sucede? Pareces desconcertado con nuestras visita —Dijo Kensuke.

—N-no, es solo que me sorprendió su visita. Nunca avisan —Dijo Touma arrugando la mirada.

—¿Y qué tiene? De seguro estás muy aburrido tú aquí so... lo.

Shingo y Kensuke abrieron los ojos con sorpresa al ver al pequeño Taichi sentado en el sillón y con el gato en sus piernas.

—He-hey —Sonrió apenado, intentando actuar casual.

Te amo || Taichi y ToumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora