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Miraba su armario indeciso de qué ponerse. No quería ir como siempre iba a todos lados, pero tampoco quería verse mal en aquella cena tan importante.

Estaba que se moría de los nervios. Hace una semana él y Taichi hablaron respecto a su relación, llevándose la buena noticia de que Tai ya no quería ocultarlo y presentarlo como su pareja ante sus padres.
La próxima semana también irían a la casa de Seiya.

Aquello lo hacía realmente feliz. El saber que finalmente podría caminar con Taichi tomados de la mano y sin ocultarse.
El saber que su pelinegro había superado su miedo al rechazo y se siente plenamente seguro con él como Touma se siente igual.

Decidió por ir ni tan formal ni tan casual, equilibrado. De todas formas los padres de Tai ya lo conocían.

Oh no... Ya lo conocen.
¿Se tomarán muy a mal que su hijo esté saliendo con su mejor amigo de Secundaria? Se preguntaba mientras se veía al espejo, para repetirse que todo saldría bien y que no se preocupara.

Caminaban juntos por las calles solitarias de aquél barrio tranquilo. Recordando su niñez y adolescencia, hablando de algunas travesuras que hacían de pequeños.

—Ugh, ya estamos llegando. —Suspiró Taichi mientras pateaba una piedrita.

—Todo estará bien, no te preocupes.

—Yo debería de decirte eso, yo fuí el que eligió esto... ¿Cómo es qué estás tan tranquilo? —Lo empujó levemente.

—Creeme, estamos igual. Pero es normal, vamos a empezar una nueva etapa de nuestras vidas y posiblemente a cambios ya sean negativos o positivos. —Habló con tranquilidad viendo las estrellas. Ya eran las siete y cuarenta y cinco, el cielo ya estaba lleno de estrellas y el sol se ocultó hace minutos. —Y es genial porque también es un cambio en la relación. Soy realmente feliz con esto, y sea cuál sea el resultado sé que no importará porque te tengo a tí.

Los ojos de Taichi brillaron llenos de amor al verlo tan seguro. La luz de la calle y la luna iluminaban su rostro, su sonrisa transmitiendole tranquilidad y seguridad.
Sus labios se curvaron en una sonrisa y asintió mirando al piso. Había elegido bien.

—Tienes razón... —Acordó el pelinegro con sus manos en los bolsillos de su pantalón.

Al rato llegaron a la casa de los padres de Tai. La puerta fue abierta antes de que tocaran. Los recibió la madre con mucha alegría.
—¡Touma, sigues igual de alto y guapo! ¿como está tu hermano? —Lo abrazó con confianza siendo bien recibida por los brazos del grandote.

—¡Hola señora! Seiya se encuentra bien. —Respondió sonriente, mirando de reojo a Taichi.

—Me alegro, cariño. —Volteó a su único hijo que miraba avergonzado la situación. —¿Y tú, Tai? Ven y dame un abrazo, ¿Que sucede?

—Ugh bueno, te vi más entretenida con Touma. —Respondió a modo broma haciendo reír al rubio. Su madre lo envolvió en un abrazo fuerte también.

—¡Mita, tanto tiempo! —El padre de Tai se apareció bajando las escaleras para dirigirse a ellos.

—Señor, mucho gusto. —Hizo una reverencia para despues recibir un apretón de manos. —Por favor dígame Touma.

Se adentraron a la casa tomando asiento en la sala, empezando a conversar.

—Cuentame Touma. No te veo desde su graduación, ¿A qué te dedicas? —Pregunta el padre de Taichi sirviendole un refresco al rubio quien lo recibió con gusto. —¿Estudiaste algo?

Tai se sentía tan malditamente incómodo, su padre hablando tranquilamente con su novio que no sabe que es su novio.
¿Cómo será su conversación despues de decírselo? Apretó sus mano con fuerza, comenzando a mover ansioso su pierna izquierda.

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⏰ Última actualización: May 01 ⏰

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Te amo || Taichi y ToumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora