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JUNGEUN POV.

Desperté con el canto de un pájaro en alguna parte. No recordaba tener un sueño tan leve, por lo que la sensación de simplemente arrancarme de mis sueños tan fácilmente era extraña. Pero no me importó.

Me levanté, aún con los ojos cerrados, volviéndose completamente en la cama y, en el proceso, dándome de cara con Jinsol. Ella vestía un conjunto básico -gris - pantalón de chándal y camisa simple. Me acordé que la noche anterior no llegué a verla sacarse la ropa antes de que ambas cayéramos en el sueño. Por eso, todo indicaba que ella ya estaba despierta durante algún tiempo, aunque sus cabellos todavía estaban un poco húmedos del baño que no la vi tomar.

Ella me miraba de forma seria. Sus ojos estaban claros y traslúcidos aquella mañana que parecían ser hechos de vidrio.

— ¿Adivina? —Ella habló, todavía mirándome, a pocos centímetros de mí, con una expresión de ansiedad y sorpresa. Aún confusa por el sueño, no me di cuenta de que parecía un poco divertida. Por eso, aquella pregunta, tomándome desprevenida, me asusto.

— ¿Qué pasó? —Pregunté, ya preocupada, tratando de dejar mi voz clara, aunque todavía my ronca.

— Voy a ser madre.

La miré por un buen rato, tratando de poner los pensamientos en orden y finalmente entendiendo lo que ella estaba diciendo. Enterré la cara en la almohada y murmuré contra el.

— ¡No me asustes así!

La oí reír a mi lado, mientras besaba mi cuello de una manera tierna.

— Pero es verdad, ¿no te contaron? —Ella comenzó, respirando contra mis cabellos, mientras un brazo envolvía mi cintura.— ¡Voy a ser madre!

— Me contaron. —Provoqué, aún contra la almohada.— Antes incluso de contarte a ti.

Sentí su abrazo aflojar un poco a mi alrededor.

— Sí... Debería haber estado en ese momento.

La miré otra vez, tal vez queriendo disculparme por algo.

— No sabía lo que era... Pensé que era otra cosa... Lo siento.

— Está bien... —Ella dijo, peinando hacia atrás con los dedos mi cabello, pero aún así conseguí ver un pequeño rastro de una tristeza verdadera por no haber recibido la noticia junto a mí.

— Puedes seguir de cerca el embarazo a partir de ahora. ¿Ya es algo, no?

Ella sonrió de una forma un poco maléfica, y por un momento tuve miedo de lo que pasaba en su cabeza.

— Ah, no te preocupes. Estaré muy presente.

En el mismo momento que mi respuesta se daría, su teléfono sonó en la mesita de al lado. Ambas miramos el teléfono, pero ninguna de las dos se movió.

— ¿No vas a atender? —Pregunté, cuando me di cuenta de que Jinsol parecía un poco lejos de ese acto.

— ¿Crees que es necesario? —Me preguntó, con una cara triste.

— Puede ser alguien importante. Alguien queriendo hablar contigo.

Ella soltó un murmullo de descontento y se alejó de mí con reticencia, rodando en la cama para alcanzar el aparato que aún sonaba con la misma música irritante.

— Oh, por supuesto... —Oí que decía después de ver la identificación de quien pertenecía la llamada. Cuando ella volvió a acostarse a mi lado, atendió la llamada sin posicionarlo cerca de su oído. Miré la situación un poco curiosa.

𝑴𝒚 𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒑𝒓𝒐𝒔𝒕𝒊𝒕𝒖𝒕𝒆 / 𝑳𝒊𝒑𝒔𝒐𝒖𝒍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora