YUTA OKKOTSU

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Yuta no entendía del todo cómo terminó en el cuarto de Azumi, su mente estaba en una gran nebulosa en consecuencia de los besos afables que ella repartía en su rostro teñido de un tenue rosáceo.

Habían estado caminando hacia la cocina del colegio de hechicería para buscar algo que comer ya que el hambre había gobernado su estómago haciendo a este emitir sonidos de queja. Sin previo aviso Azumi tomó su mano y lo arrastró hasta un dormitorio con pósteres de varias bandas de rock que la muchacha atesoraba. Por un alarmante instante Yuta creyó que se escabullían de algo o alguien, disipó toda preocupación cuando sintió los delicados labios de Azumi explorar la piel de su cara de un modo muy encantador.

Besaba sus mejillas y mandíbula mientras sus dedos se arrastraban animadamente por su cabello negro azabache, tarareando con una alegría tan contagiosa que lo hizo dibujar una débil sonrisa.

—¿Por qué tan de repente... Azumi?

Ella se encogió de hombros y respondió con un tono bajito: "porque he estado fuera días enteros por mi misión y echaba de menos estar así contigo". Contrario a su tono tímido a la hora de exponer sus motivos, su semblante no mostró rastros de vergüenza y tampoco se notaba que quisiera parar sus acciones tiernas que a su vez destellaban travesura.

Yuta apoyó su espalda contra la dura puerta que Azumi había cerrado antes de acorralarlo contra la misma. Se preguntó ansiosamente porqué razón Azumi aún no había besado su boca. Pero ni bien pensó eso se rió para sus adentros, pues conociendo la personalidad dominante de su novia ella esperaba que él rogase por ello. Le estaba dando una dulce y cruel probada que él con gusto aceptaba recibir.

—¿No te da miedo que Satoru-sensei nos descubra? —titubeó el chico, tembloroso.

El de hebras blanquecinas como la nieve había prácticamente criado a Azumi junto con el otro joven, Megumi, aunque con la muchacha era un tanto más sobreprotector ya que fue la primera a su cargo. Más de una vez disparó bromas acerca de matarlo si intentaba algo con su alumna favorita, no obstante, Yuta no tomó aquellas frases como sencillas bromas. En serio temía que el profesor los pillara en una situación bochornosa y tomara cartas en el asunto contra él. Pero cómo podía negarse al cariño que Azumi le brindaba cuando dependía de su boca endiabladamente placentera y sus pacíficas caricias repletas de amor que lo enviaban a un suntuoso estado de goce. Yuta hizo a un lado el inmenso miedo que le producía la sola idea de Satoru viéndolos así de acaramelados y suplicó en un anhelante susurro a Azumi que lo besara, vislumbrando al segundo su sonrisa complacida y seguidamente los labios tibios de ella hicieron contacto con los suyos, que aceptaron dichosos el sublime gesto.

Se besaron con inmensurable amor, con un aura afectuosa abrazándolos y sumergiéndolos en su apacible mundo. Yuta degustó el satisfactorio sabor de la boca candente de Azumi, enviciándose con el cariño que se tenían. Se recargó, deseoso de mucho más amor, en la mano de Azumi que acunaba su rostro con un toque tan grácil como el vuelo de una mariposa, más que dispuesto a plantarle batalla por la dominancia de la apasionante situación, sin embargo, repetidos y sonoros golpes propinados contra la superficie dura de la puerta de madera rompieron la burbuja envolvente y lo arrancaron en un parpadeo del trance que lo había llevado a navegar con embeleso en el ser primoroso que era su enamorada. La voz ruidosa del profesor Gojo llamando a Azumi lo hizo temblar de pies a cabeza y una expresión de inquietud surcó su rostro.

—Cálmate, Yuta, no hacemos nada malo.

Yuta se armó de valor y con un suspiro filtrándose de entre sus labios tomó con decisión la mano de Azumi antes de salir con actitud desafiante del dormitorio y toparse inevitablemente con aquel jovial profesor. Este los miró burlón a través de sus lentes de sol, con intenciones de molestarlos las restantes horas del día y solo tal vez asustar un poquito al chico.

ELEMENTAL ✦ JUJUTSU KAISENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora