Capítulo 9: Libertad

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Caminando de un lado a otro, el alfa puro no dejaba de pensar en lo que su lobo estuvo a punto de hacer y todo porque alguien había lastimado a su asistente, no se podía engañar así mismo, su joven mago era alguien muy importante en su vida y negárselo no iba a ayudarlo, además debía averiguar quién era el responsable de que resultara herido. Calmándose luego de la discusión que tuvo con Fluke, se dirigía junto con Kao y Boun hacia las mazmorras ocultas dentro de su territorio, sus puños se apretaban con una fuerza que parecía podía romper el más fuerte acero.

-¿Quieres calmarte alfa? - decía Boun- Si te ve molesto sabrá que Fluke te importa, más de lo que quieres aparentar... debes ser frío Ohm.

-Ustedes son mis ejecutores y mis más cercanos amigos... saben lo frío que puedo llegar a a ser y más cuando la furia recorre mi sangre- viendo como Kao y Boun tragaban saliva con dificultad, pues ambos recordaban ese día con claridad, el día en que vieron al verdadero ser de su alfa de la manada.

-Lo sabemos, pero ellos no...

-Y eso es una ventaja para mi... dile a Mew y Gulf que preparen el equipo- sonriendo con malicia.

-El... el equipo- decía Boun con cierto nerviosismo- ¿Estás seguro?

-¿Estás dudando de mí, Boun?- decía Ohm en un tono frío y seco que le erizo la piel.

-En lo absoluto alfa- bajando la cabeza- Me disculpo por preguntar- viendo de reojo a Kao.







Llegando al lugar, ve a Mew y a Gulf con una cara neutral y al sujeto atado a una silla con grilletes de plata, Ohm simplemente camina frente a él y lo toma de los cabellos para ver el efecto del veneno en sus ojos. Los cuatro ejecutores presentes sólo se miraban el uno al otro, pues sabían que las pocas veces que Ohm usaba el "equipo" este obtenía lo que quería y en ocasiones sin necesidad de convertirse en eso.

-Sólo tienes una opción y creo que lo sabes... si quieres tu libertad.

-¡No diré nada!- decía el sujeto que se removía del dolor.

-Sabía que esa sería tu respuesta- decía el príncipe suspirando- Es una lástima, quería hacer esto lo más rápido posible, pero veo que te gustan las cosas lentas- tocando los grilletes de plata, sin sentir absolutamente nada.

-¿Por qué la plata no te hace nada?

-Porque no soy cualquier lobo... soy el lobo legendario... por algo me llaman el príncipe... soy descendiente directo de la luna y el sol y por lo tanto inmune a lo que me causa dolor... mientras tu sufres... yo me rio de ello... porque eres débil.

-¡Entonces ellos también son débiles! - señalando con la mirada a los cuatro ejecutores.

-Te equivocas... ellos son como yo... porque al jurarme lealtad se volvieron inmunes... por eso cuando dispararon en el estacionamiento ellos siguieron peleando y los tuyos perecieron... ellos toman mi sangre y así son mas fuertes... ahora lo entiendes ¿cierto?

-¡Aún así no te diré nada!- intentando soltarse y gritando de dolor.

-No es necesario que lo hagas... el veneno que recorre tu cuerpo... lo hará por ti... ahora empecemos- sonriendo, mostrando los colmillos y sus ojos rojos.




 ahora empecemos- sonriendo, mostrando los colmillos y sus ojos rojos

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El príncipe y el magoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora