Capítulo 16: Más de ti.

214 31 9
                                    

-¿En qué estás pesando, Singto?

-En el idiota de Ohm... seduciendo a mi hermanito- diciendo molesto y escuchando la risa de Krist- ¡No es gracioso!

-¿Estás celoso?

-¡Es mi hermanito!- haciendo un puchero.

-¡Singto Prayacha más vale que no le vayas a hacer una escena... de lo contrario te voy a poner en abstinencia una semana... en el sillón!

-¡No... en el sillón no!

-Entonces deja el drama... ya habíamos hablado de esto... es tu hermano, pero ya es adulto- acariciando su mejilla y escuchándolo suspirar.

-Ya lo sé- sonriendo- Me encanta verte enojado... tienes idea de lo caliente que te ves- viendo como su pareja se ruborizaba- Y te ves aun más caliente cuando te sonrojas... por eso quiero más de ti- besándolo.

-Eres idiota- riendo.








En su habitación, Ohm no dejaba de ver a su amado lobo blanco dormido, sus largas pestañas, sus labios rosados y el calor de su cuerpo le daba una paz que creía no merecía; dos veces lo había encontrado y esas dos veces lo había perdido, no iba a permitir que pasara de nuevo; con cuidado se levanta para llamar al jefe de su séquito de aniquiladores.

-Veo que por fin aceptaste tu destino con el pequeño- decía Kao del otro lado de la pantalla.

-Es hermoso Kao... nada puede compararse a su lobo... simplemente te deja sin aire.

-Así que es lindo- riendo- Caíste y grande... a que se debe esta llamada, deberías de estar disfrutando de tu lobito.

-Y lo haré después... pero quiero que investigues a Judo... ese sujeto oculta algo y quiero saber que es... no quiero que escatimes en detalles.

-¿Crees que quiera hacer algo en contra de ti o de Fluke?

-No, no creo que sea así... algo está pasando aquí y creo que tiene que ver con el pasado.

-¿El pasado?- decía Kao con curiosidad- Nunca te reuniste con él en el pasado Ohm.

-Amigo... hay muchas cosas que necesito contarte, pero por el momento sólo has lo que te pido... cuando regresemos te contaré todo.

-Muy bien... esperaré tu regreso... los centinelas están vigilantes en la zona... sabes que yo estoy desde la distancia.

-Lo sé... sigue haciéndolo, terminando la llamada.





-¡No, suéltalo!- gritaba Fluke, despertando de la pesadilla que había tenido.

-¿Estás bien?- abrazándolo con fuerza.

-Yo... yo... no te...- sollozando sobre el pecho de Ohm.

-Tranquilo Noo... necesito que respires para poder entenderte- tomando sus mejillas para limpiarle las lágrimas que había derramado.

-Yo... me quité la vida... te dejé solo- tapando su cara- Como... como pude hacerlo... no te merezco Ohm- saliendo de la habitación al frío jardín de nieve.

-No me dejaste solo... ni en esa vida... ni en la siguiente mi amado Noo- dándole la vuelta para que lo viera a los ojos- Hiciste lo necesario para evitar que ese alfa te tomara a la fuerza...

-¿Cómo lo sabes?- abriendo sus ojos con sorpresa- ¿Recuerdas?- viendo a su alfa asentir.

-Todo... tanto la primera vida... como la segunda- acariciando su mejilla.

-Y en ambas me odiaste primero... antes de quererme- riendo- Eres malo.

-Al principio no quería aceptar que un pequeño contestón estuviera a mi lado... pero después quise más de ti... y simplemente ya no me pude alejar- besando su frente- Siempre serás mi destino Fluke Natouch- viendo como su pequeño le sonreía.

-Te amo Ohm Thitiwat- besando su nariz- Y yo necesito más de ti- besando sus labios con una necesidad animal, sorprendiendo al alfa, que lo toma de su trasero para cargarlo y llevarlo de nuevo a la cama.




Lentamente, Ohm quitaba la parte superior del pijama de Fluke, botón por botón, notando como su lobo blanco apretaba las sábanas por las suaves caricias que estaba sintiendo, tocando su pecho y bajando por su vientre; con sus dientes baja su ropa interior, descubriendo su miembro erecto y sensible. Observando la desnudez de su lobo blanco, amaba cada centimetro de su cuerpo, la manera en la que respondía a sus caricias, besos y lamidas, como su espalda se arqueaba cuando sentía el placer recorrer su cuerpo y los dulces gemidos que sólo él podía escuchar. Oliendo su cuello, en donde su aroma se concentraba, lamiendo y besando esa parte tan sensible de su lobo blanco, sin dejar de estimular su miembro.

-Eres exquisito Fluke.

-Ohm... Ohm... no quiero...- sintiendo su orgasmo llegar.

-Y sabes delicioso también- probando la semilla de su mago- Pero quiero más de ti.

-Yo... yo también quiero más.



Desnudándose a paso lento frente a Fluke, sin saber que en verdad estaba torturándolo por hacerlo tan lento, pero no podía negarse que su alfa tenía un cuerpo de envidia, unos fuertes brazos, un abdomen de muerte y unas piernas que lo hacían desmayar; verlo quitarse la ropa así de despacio, simplemente estaba provocando un mayor ardor en todo su cuerpo, un calor lleno de anhelo y pasión.

-¿Te gusta lo que ves?

-¿Usted que cree, alfa?- mirándolo de forma seductora- Quiero sentir tu calor sobre mi.



Besándose como si no hubiera otro amanecer, ambos lobos estaban felices de haberse encontrado, las caricias, besos y pequeñas mordidas, demostraban todo el amor que sentían el uno por el otro; introducirse en Fluke era uno de las mejores placeres del mundo, sentir su calor apretarlo era un deleite, moviéndose al unísono en un baile sensual, los sonidos y aromas que se escondían en esa habitación, podría ser la envidia de aquellos que no sabían aun lo que era amar, mirándose a los ojos; los lobos no deseaban que esa pasión y placer terminara, querían más uno del otro, gritando sus nombres al final y abrazados a la luz de otra Luna.

-Espero pronto tengamos un cachorro- besando la frente de un adormilado Fluke.

-¿Sólo uno?- escuchando reir a su alfa.

-Más... muchos más- abrazándolo más a su pecho. 

El príncipe y el magoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora