Capítulo 1: Lazo perdido

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AÑOS ATRÁS... 

-Cariño, cálmate por favor- decía la joven madre que acunaba al pequeño de dos años en sus brazos- Estoy segura que la madre Luna tiene un motivo para que nuestro hijo haya nacido de esta forma.

-¡Lo sé!- decía el joven alfa, acariciando la cabeza de su hijo- Sé que madre Luna tiene un motivo para él, no sé porqué lo maldijo incapacitándolo para percibir olores.

-Percibe olores cariño... pero no los de alfa y omega.

-Así no podrá encontrar a su pareja... no quiero que sea un alfa solitario por el resto de su vida.

-No lo será... estoy segura que Ohm encontrará a su pareja, alguien digno de él, con un extraordinario poder que le acompañará para dirigir esta manada como su igual- acariciando la mejilla de su esposo.

-Eres la mejor alfa- besando su frente.

-Y tú el mejor alfa- sonriendo, escuchando los aplausos de su pequeño. 






-¿Por qué mi hijo nació así?- preguntaba el padre.

-No lo sé, mi señor- decía el médico de la manada- ¿Sucedió algo durante el embarazo?- viendo a la esposa del alfa.

-Nada- acariciando la mejilla del bebé que descansaba en sus brazos- ¿La madre Luna nos ha castigado por algo?

-Tranquila mi cielo- decía el alfa, abrazando a su esposa y al pequeño Singto que se subió a la cama para abrazar a su madre- Estoy seguro que nuestra madre tiene un motivo de importancia para esto.

-Papi... yo cuidaré a mi hermanito... no dejaré que nada le pase- decía orgulloso.

-Sé que lo harás- riendo. 





ACTUALIDAD...

-¿Por qué insistes en atormentar a tu hermano, Singto?

-Le prometí a papá que siempre cuidaría de él- decía mirando a su pareja.

-¿Vendiéndolo?- decía molesto.

-¡No lo estoy vendiendo!

-Entonces explícame... porque esta cabeza tonta no entiende... ¿Un matrimonio arreglado no es vender a alguien?

-¡Sólo quiero que sea feliz!

-¿A costa de su felicidad?  estas queriendo controlar su vida... que buen hermano resultas ser- diciendo con sarcasmo- ¿Por qué crees que se alejó de la manada?- viendo a su pareja girar los ojos- Toda su vida ha odiado que lo traten como si tuviera una enfermedad incurable y necesite sus cuidados... por Dios, Singto ni siquiera tuvo amigos en su infancia más que tú y yo... ¿Qué clase de vida es esa?

-¡Lo protegíamos!

-No, no lo hicieron... lo encerraron, lo alejaron y lo aislaron de todo... si no quieres que tu hermano te odie más... déjalo libre... creo que se lo merece, ha aprendido a vivir solo y sin tu ayuda... si eso no es ser fuerte y valiente, entonces... ¿Qué es?- saliendo de la habitación. 


El príncipe y el magoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora